ÁNGEL ESCALERA
Martes, 12 de febrero 2008, 02:56
CADA uno escribe como puede. Algunos ni lo hacen. Tal vez porque no tienen nada que poner en un papel o porque les asusta coger un bolígrafo o teclear en un ordenador. El mejor escribano echa un borrón. De cometer una falta de ortografía no está libre nadie. Como dicen en el fútbol, sólo falla el penalti el que lo tira. Pero una cosa es deslizar un gazapo en un texto y otra darle continuas patadas a las palabras. Los profesores de la Universidad de Málaga han alertado del incremento de faltas de ortografía entre los alumnos. Aparte de creer que los acentos no existen, suelen confundir la ge con la jota, la be con la uve, o viceversa. No estamos hablando de personas sin estudios ni de analfabetos, sino de jóvenes universitarios a los que se les suponen unos ciertos conocimientos. La pregunta es cómo gente así ha logrado aprobar la asignatura de lengua en el bachillerato, cómo ha llegado a cursar una carrera. Desde luego, el nivel es más bien bajo. El problema se da sobre todo en las facultades de Ciencias. Craso error el considerar que a un ingeniero, un químico o un biólogo saber escribir con corrección no les vale de mucho. La misma equivocación que pensar que un licenciado en literatura no necesita las cuentas. La base de todo es que apenas se lee, y sin lecturas, se podrán juntar las letras, pero escribir es otra cosa.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.