Una cara de portada

Rufino lo tiene muy claro, quienes le quieren lo hacen por como es, no por su aspecto físico. Casado y con una hija de siete años, este empleado del servicio municipal de Limpieza en Vélez-Málaga, que frecuenta los platós de televisión desde que hace años Juanjo de la Iglesia le invitara a participar en algunos programas, sabe que no es ninguna belleza y que muchas personas le miran al pasar, «pero eso nunca me ha marcado».

«Soy consciente de que no soy agraciado, pero me da igual porque hace tiempo que aprendí que lo importante no es el físico y sí el corazón. El físico se deteriora en todas las personas con el tiempo», afirma, mientras continúa con su tarea, limpiar el sector 8 de la ciudad veleña.

Por como piensa no es de extrañar que no le importara prestar su rostro para ser la portada del cuarto trabajo discográfico del grupo musical Pignoise, titulado 'Cuestión de gustos', liderado por Álvaro Benito, ex jugador del Real Madrid.

El disco incorpora además en su interior las fotos de los tres componentes del grupo musical, Álvaro, Polo y Pablo, dando opción así a sus seguidores poder colocar en la portada a cualquiera de ellos, incluido Rufino. Pignoise saltó a la popularidad gracias a que su primer sencillo 'Nada que perder', fue sintonía de la serie de Antena 3 'Los hombres de Paco'.

Concierto

Fue su amigo y compadre, Fernando Ruiz Hierro, actualmente director deportivo de la selección española de fútbol, quien le dijo que Pignoise, que por entonces actuaba en Málaga, estaba interesado en que asistiera. «Cuando llegué al camerino, el representante del grupo y los tres componentes dijeron: 'Sí, sí Álvaro, has acertado'.Yo conocía a Álvaro de su etapa en el Madrid».

Rufino recuerda que cuando le preguntaron si le importaría ser el rostro de su nuevo trabajo 'Cuestión de gustos' les dijo que estaban locos.

«Sus tres trabajos anteriores habían sido discos de platino y les pedir que reflexionaran, porque estaban hablando de algo muy serio. Ninguno de los tres lo dudó, de manera que ahí está mi cara», señala.

Fama

A sus 45 años, Rufino asegura que nunca ha buscado la fama ni la popularidad y que sólo intenta hacer bien su trabajo. «Mi mujer me quiere como soy. Soy simpático o intento serlo. No soy problemático. Me entrego y hago lo que puedo por quien me lo pide», afirma, a la vez que reconoce que no «me importa que la gente le mire cuando voy por la calle al ver mi rostro».