TAMARA M. DE OCA
Sábado, 18 de agosto 2007, 03:57
La playa es, sin duda, uno de los lugares más frecuentados durante la temporada estival. Pero esta característica no siempre agrada a todo el mundo. Es el caso del actor y humorista malagueño Raúl Sender, quien asegura que prefiere la piscina. «La playa me gusta, pero te conoce mucha gente y a veces es un 'coñazo'», explica Sender, que cree que en la piscina hay «una intimidad que no se consigue en la playa».
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Para pasar una jornada ideal en verano, el humorista lo tiene muy claro: «Me vengo a Málaga, a la casa que tengo en la playa en Calahonda, donde ahora estoy». Sender asegura que se encierra en ella, lee libros y se baña en la piscina. El actor añade que recibe a muchos amigos: «En teoría yo vivo solo, pero mi casa es mía y de mis amigos».
Para comenzar un día de vacaciones, el humorista se levanta tarde y sale a comprar el periódico. «Luego, me tomo un baño sobre las once y media, leo la prensa y me vuelvo a dar otro chapuzón», relata.
Tinto y aceitunas
Entre baño y baño, Sender, que se considera malagueño a pesar de haber nacido en Zaragoza, no perdona el aperitivo. «A la una y media, me tomo un tinto de verano con aceitunas o embutido, con medio cuerpo dentro de la piscina», confiesa.
Para comer, el actor acude al chiringuito del que es dueño en Calahonda, llamado Royal Beach, donde toma lo que le apetece, según él, «de caprichito». Para no alejarse de la realidad, Sender afirma que ve el informativo de mediodía en la televisión y, después, algún espacio rosa. «Con los programas del corazón me duermo en el sofá y me pego una buena siesta», comenta entre risas el cómico malagueño. Así, el intérprete aprovecha la tarde para leer un par de horas y sumergirse de vez en cuando en la piscina. «A las siete y media, me tomo otro aperitivo, pero esta vez me acompañan mis amigos», prosigue el actor.
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Por la noche, no acude a fiestas ni 'saraos'. «Vivo con mi pantalón corto, que uso tanto para dormir como para ir al supermercado. Sólo me arreglo para los compromisos», apunta. Sender, que está de vacaciones, confiesa que ahora se abandona un poco, a diferencia del invierno: «Cuando trabajo, sólo me preocupo por cuidarme, como los cantantes de ópera. Duermo las horas necesarias e intento protegerme la garganta».
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