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PAQUI DURÁN
Martes, 24 de julio 2007, 20:42
Una investigación llevada a cabo por la Asociación de Guerra, Exilio y Memoria Histórica de Andalucía (Agemha) revela la existencia de más de 50 fosas comunes que datan de la época de la Guerra Civil.
Este tipo de enterramientos se encuentran diseminados por toda la provincia. En la mayor parte de los casos están ubicados en los propios cementerios de las localidades o en sus inmediaciones.
Con los datos obtenidos se ha elaborado un mapa explicativo. El plano muestra algunas áreas donde se concentra un mayor número de tumbas, como son los casos de Málaga capital, Ronda o Vélez.
Los investigadores Juan Antonio Valero y Raquel Zugasti que han desarrollado el estudio, se han encargado de rastrear todos los pueblos y pedanías de Málaga en busca de pesquisas para poder encontrar e identificar a miles de víctimas de la guerra pertenecientes al bando republicano.
Este programa para la recuperación de la memoria histórica, subvencionado por la Junta de Andalucía, tiene como objetivo fundamental el de dignificar a aquellas personas que murieron por defender su causa, así como indemnizar a sus familiares.
El informe provisional arroja varias cifras destacables: se baraja que unos 6.550 republicanos perecieron por la represión franquista ejercida durante los primeros meses de guerra. En cuanto al perfil, en su mayoría se trataba de jornaleros, trabajadores de campo, jóvenes que pertenecían a algún partido o sindicato de izquierdas.
Estas personas ya han sido identificadas con nombres y apellidos. El reconocimiento se ha llevado a cabo a través de pruebas de ADN.
El estudio se ha basado en la consulta de archivos municipales y registros civiles. Pese a la dificultad para acceder a determinadas fuentes, estos expertos han contado con la gran implicación mostrada por la población civil. «Se muestran muy amables y colaboradores. La gente te recibe con esperanza. De hecho, muchos de estos familiares ya habían realizado sus propias investigaciones», comentó Juan Antonio Valero.
Investigación fructífera
Esta iniciativa viene a hacer justicia con personas que han sufrido una represión a lo largo de sus vidas. «Es una cuestión de justicia. Estas personas tienen el derecho a saber qué fue lo que ocurrió con sus familiares. No pretenden que se construya un monumento allá donde cayeron, tan sólo contar con un lugar donde poder rezarles, una placa que les pueda identificar», añadió Valero.
Por su parte, Antonio Romero, diputado de Izquierda Unida por Málaga, resaltó la congruencia de esta inicitiva que «viene a saldar la deuda histórica que tenemos con estas víctimas, muchas de ellas alcaldes y concejales democráticos».
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