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Imagen de archivo de la calle Torregorda, altura a la que se habría que peatonalizar la Alameda. :: Ñito Salas
El alcalde reabre el debate de la peatonalización de la Alameda ante la llegada del metro
MÁLAGA

El alcalde reabre el debate de la peatonalización de la Alameda ante la llegada del metro

La Junta alega que no se puede dilatar más la licitación de las obras para cumplir con el compromiso con Europa

IGNACIO LILLO ilillo@diariosur.es

Martes, 15 de abril 2014, 14:03

Después de años de debates cruzados y polémicas sobre la llegada del metro al Centro, soterrado o en superficie, y sobre la idoneidad de reducir el tráfico por la Alameda Principal, es posible que al final ambas pretensiones puedan tener un punto en común. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, abrió la puerta ayer a que la construcción de la estación Atarazanas, la más cercana al Casco Histórico de la capital, sirva para la peatonalización de los dos laterales de este eje, de manera que la circulación se mantendría solo por la calzada central, entre las dos hileras de ficus. Es justo la propuesta contraria a la que planteó en su día la Junta, cuando propuso llegar con un tranvía, y que suponía dejar sin tráfico toda la zona intermedia.

La Consejería de Fomento entregó el 7 de marzo el proyecto del túnel que irá desde el puente de Tetuán hasta las inmediaciones del mercado central, para que la Gerencia de Urbanismo le diera el visto bueno. Según el diseño final, una parte del lateral Norte, a la altura de la calle Torregorda, tendría que ser peatonalizado, para dejar espacio para la boca de acceso a la parada subterránea.

No perder la simetría

En estas circunstancias, el regidor planteó ayer la oportunidad de que se lleve a cabo, en colaboración con la Junta, una actuación gemela en el carril Sur, de manera que la Alameda no pierda la simetría. De la Torre fue más allá, y planteó que esta medida se puede prolongar, incluso, hasta las inmediaciones de Puerta del Mar, para acercarse lo máximo posible a la calle Larios. «Tiene pleno sentido que pongamos el acento en contemplar cómo la Alameda puede quedar con las obras del metro», afirmó, y añadió: «Si el andén Norte va a ser ocupado, primero por las obras y luego por la estación, y eso supone una peatonalización, simétricamente debemos ver cómo queda el Sur».

A su juicio, concretar esta actuación no debe suponer «ningún retraso» en el proyecto ni un sobrecoste excesivo en las obras. La actuación pasaría, a su juicio, por unir las aceras de las hileras de árboles de los dos laterales con sus correspondientes fachadas, con lo que quedarían «unos espacios muy dignos». Recalcó que ya que el proyecto constructivo de la Junta habla de cerrar al tráfico la parte más pegada al mercado, «parece lógico que eso simétricamente produzca un efecto análogo» en la cara que da al Soho. En cuanto a la financiación, abogó por plantearla «de manera conjunta», dado que el cambio viene motivado por el suburbano, «por filosofía y por una idea del espacio de la ciudad». Como también tendió la mano al Gobierno andaluz a la hora de establecer los detalles de la intervención, «para dar continuidad al ámbito de la estación» y acercar al máximo su influencia a la calle Larios.

El alcalde se mostró conciliador y no quiso plantear el debate en términos de condición, para dar el visto bueno por parte de Urbanismo a la licitación del concurso; sino de cooperación: «Estamos en la mejor disposición para facilitar y dar la conformidad al planeamiento urbanístico, pero queremos que la ciudad quede lo mejor posible. Queremos colaborar a que esa obra no tenga ningún retraso, pero nos parece muy razonable que se haga esa reflexión, por puro sentido común, y la Junta debe verlo también. Es una cuestión de imagen y de prestigio de la obra del metro».

No lo ven igual en la Consejería de Fomento. Fuentes de esta institución reconocieron ayer que Urbanismo les pidió aclaraciones sobre el diseño y están dispuestos a atenderlas; pero pusieron de relieve que la Gerencia no había contestado a la pregunta clave, que es si el nuevo formato del tramo (que ya no llega hasta La Malagueta) se adecúa al planeamiento urbano. Aunque solo es un trámite legal que se debería haber resuelto, según estas voces, en pocos días, es vital para poder licitar ya el concurso para la construcción de este tramo.

Fecha tope

Según el calendario inicial, esta decisión se tendría que haber tomado en el primer trimestre del año. «El tiempo pasa y cada mes de más corre en nuestra contra», afirmaron. Las prisas vienen dadas por el compromiso suscrito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que financia los trabajos, y que fija finales de 2017 como fecha tope para poner en funcionamiento todo el metro de Málaga. Por ello, pidieron que no se pongan obstáculos para que se puedan contratar las obras cuanto antes.

Sobre la posibilidad de participar en la peatonalización del carril Sur, se limitaron a recordar que la Junta no tiene competencias en el diseño urbano de la Alameda. De manera que lo que se plantea en el proyecto es reurbanizar con las mismas características, como en el resto de tramos del metro; con la salvedad de que es necesario hacer un edículo que obligará, por la estrechez de la acera, a peatonalizar una pequeña parte.

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