El británico asesinado en Estepona era un reconocido joyero y empresario en Bristol

El hombre asesinado la madrugada del sábado de dos tiros en la cabeza en Estepona es Andrew Davids Bush, un acaudalado hombre de negocios británico. Según publican medios ingleses, poseía una joyería en las galerías Broadmead en su ciudad natal, Bristol. Además de este establecimiento, también regentaba una casa de empeño, un local de estética y bronceado, y una empresa de alquiler de limusinas.

Pese a los varios negocios que mantenía, su gran fuente de ingresos fue su joyería, llamada Gold Trader, en donde se podían encontrar pendientes de diamantes por 20.800 euros o colgantes de 53.200 euros. Además, un amplio volumen de venta le llegaba por los relojes, con precios incluso superiores a los de la joyería vendida.

En los últimos años, Bush había reorientado su negocio no solo a la venta de joyas, sino a la compraventa, y llegó a cambiar el nombre del negocio que antes se llamaba como él, Andrew Davids, y que fundó hace casi 30 años.

La Policía Nacional aún continúa con la investigación del caso y está en búsqueda de la principal sospechosa del crimen, su expareja, que según apuntan medios ingleses, pudo haber huido en uno de los vehículos que la pareja tenía en la propiedad alquilada en el barrio de Cancelada, muy cerca de la playa.

Las mismas fuentes apuntan a que la asaltante podría haber estado varios días en la casa de la víctima, a la espera de que volviera de un viaje de una semana junto a su actual compañera sentimental. Eso fue posible ya que supuestamente, la sospechosa guardó una copia de las llaves de su pasada relación con Bush.

La Policía y los Bomberos entraron la madrugada del crimen saltando la fachada de la casa tras una llamada de la pareja del fallecido por no poder entrar en el domicilio. Allí se encontraron con el cadáver de Bush junto a un arma de fuego. El cuerpo mostraba heridas de bala en la cabeza, y las pesquisas policiales apuntaban a que podía ser un suicidio.

El cuerpo mostraba dos heridas, por lo que trasladaron al fallecido al hospital Clínico de Málaga para estudiar si eran orificios de entrada y salida o dos disparos. Los vecinos aseguran que Bush iba unas cuatro veces al año y siempre aparecía con su pareja y su hija. Ellos admiten que era una persona que llamaba la atención por los vehículos que llevaba al inmueble, e incluso alguno de ellos afirmó que tenía un barco.