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JUAN SOTO jjsoto@diariosur.es
Lunes, 7 de abril 2014, 14:26
Un proyecto para seguir creciendo. La posibilidad de que el puerto cuente con una noria panorámica y un acuario junto a La Farola gana adeptos por su poder de atracción turística. Algunos de los arquitectos más reputados han valorado la iniciativa presentada por la empresa Aquagestion y entienden que podría convertirse en un referente para la ciudad. Consideran que es una idea «interesante» y que encajaría perfectamente en esta zona.
Los urbanistas creen que Málaga se beneficiaría con un proyecto de este calado, ya que al impacto turístico habría que sumar el poder de atracción didáctico de un acuario. No obstante, piden que se cuiden especialmente los detalles y que se respete el entorno en el que se ubicaría. «El puerto ha quedado más o menos bien y ha obtenido una bienvenida popular bastante evidente, por lo que todos los proyectos que se ejecuten deben mantener esa misma calidad», considera Iñaki Pérez de la Fuente.
El arquitecto responsable del plan de la Judería y de la peatonalización de la calle Larios considera que este proyecto daría continuidad a la puesta en marcha del museo Pompidou en el Cubo. «Ambos ayudarían a que la centralidad de Málaga, que hasta hace poco se reducía a la calle Larios, aumente poco a poco». En este sentido, señala que «de aquí a un par de años se puede tener una sucursal del museo parisino, un espacio de difusión de la fauna mediterránea y una noria que permita ver el centro histórico con otra perspectiva».
El proyecto presentado por la empresa Aquagestion plantea una noria de 50 metros de altura; unas dimensiones que no preocupan en exceso a los expertos, que sólo piden que se cuide la estética. Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos, considera que el 'skyline' de Málaga ya ha sido roto por las cuatro grúas de mercancías que hay en el recinto portuario, por lo que «la altura no debe ser un problema a la hora de valorar su idoneidad». A su juicio, sería más importante «asegurarse de que se hace con calidad para que así su impacto sea menor».
Vargas cree más básico aún «hacer un estudio de movilidad» en la zona porque actualmente los accesos son escasos. «Habría que tener en cuenta que estos espacios aumentarían las visitas al puerto, ya que irían los turistas que llegan en los cruceros y todos los malagueños». Por ello, espera que el proyecto «se estudie con todo detenimiento y desde sus diferentes vertientes».
Efecto dinamizador
En la misma línea se expresa Juan Gavilanes, otro de los arquitectos que intervino en la calle Larios. Sostiene que en otras ciudades, como Londres o Chicago, las norias ejercen como referente. «Tienen un poder turístico especial, al igual que ocurre con los acuarios; dinamizan y entran en el perfil turístico que tiene Málaga». Para este experto tampoco es relevante el volumen de la noria. «Lo importante no son sus dimensiones, sino cómo se haga. Si se hace bien, con un buen proyecto constructivo, no tiene que afectar».
El director del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (Omau), Pedro Marín Cots, también lo ve con buenos ojos. Recuerda que acuarios «hay en muchos puertos», incluso es la estrella en la marina de Génova, «muy parecida a la de Málaga». «Allí -añade- han mezclado muchos usos: hoteles, apartamentos, la facultad de Economía; es muy interesante mezclar varias actividades porque generan diversidad y actividad».
Este urbanista no tiene tan claro el tema de la noria. Aunque entiende que funciona muy bien en ciudades como Londres, París o Marsella, cree que «es un tema polémico porque puede entrar dentro de la banalidad». «No quiero decir que sea negativo, pero tampoco positivo».
Los arquitectos coinciden así con las sensaciones manifestadas el sábado tanto por el alcalde, Francisco de la Torre, como por la portavoz socialista en el Ayuntamiento, María Gámez. Mientras el regidor dijo que se trataba de una iniciativa «interesante», Gámez valoró el «atractivo turístico» del proyecto.
No todas han sido voces favorables. El arquitecto Salvador Moreno Peralta lamentó que la ciudad «sólo sabe imitar». En este sentido, dijo que la idea es tan acertada «como la de poner una terminal de zepelines». «Es imposible que en Málaga salga una propuesta mínimamente autónoma; todos los proyectos que continuamente se barajan sobre Málaga tienen que ser copias de otras ciudades», lamentó.
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