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Manuel Hernández-Silva ensayó ayer por primera vez con la Filarmónica de Málaga. :: Ñito Salas
Los tres compases de la Filarmónica
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Los tres compases de la Filarmónica

Hernández-Silva reitera su «compromiso» con la juventud con la puesta en marcha a lo largo de este año de la Academia de la OFM El nuevo director titular promete «dedicación, disciplina y respeto» en su etapa al frente de la orquesta

REGINA SOTORRÍO En Twitter: @ReginaSotorrio

Miércoles, 5 de marzo 2014, 09:08

Le nombraron director titular y artístico el 5 de febrero, y desde el día 6 trabaja «sin pausa» en perfilar la programación de la próxima temporada. Ha tenido tiempo de pensar en lo que quiere y cómo lo quiere. Manuel Hernández-Silva sentó ayer las bases de su mandato al frente de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) con tres palabras: «dedicación, disciplina y respeto». En su primera rueda de prensa en Málaga y acompañado por el alcalde, Francisco de la Torre, y la delegada de Cultura de la Junta, Patricia Alba -las dos administraciones implicadas en la OFM-, la batuta manifestó su intención de «construir un proyecto sonoro» que aspire a la «excelencia» en la ejecución y que «cautive» al público con un repertorio de «validez universal».

Hernández-Silva fue claro: «Nosotros no debemos construir un proyecto sonoro pretendiendo que haya una tradición que no tenemos». Mientras las instituciones musicales de España acaban de salir de «la adolescencia» -la Filarmónica ha cumplido 23 años-, otras en Europa llevan funcionando desde el siglo XIX. «Aquí no teníamos memoria musical y hemos tenido que construirla», resaltó. Y en eso se centrará parte de su trabajo. «Si hoy programamos una sinfonía de Bruckner, no la podemos desechar y que no se vuelva a escuchar en cinco años. Será inteligente volverla a programar, en el teatro o en otro punto de la provincia, para crear memoria sonora en el colectivo orquestal», detalló el director de origen venezolano, que estuvo al frente de la Orquesta de Córdoba entre 2005 y 2012.

La «excelencia»

La meta es «la excelencia de la sonoridad», pero lograrlo no tendría ningún sentido «sin la otra mitad, el público». «Sin ellos seríamos artistas en la clandestinidad», reconoció. Tras años de caídas en el número de abonados -esta temporada subió ligeramente hasta las 750 personas-, «cuidarlo» es una prioridad. «No programaré nada sin pensar qué consecuencias puede tener hacia nuestro público, que es al que tenemos que cautivar para mantenerlo», resaltó. El tronco de la programación lo compondrán así obras de «validez universal».

Pero son más los retos que tendrá por delante en sus dos años de contrato (renovables por dos periodos de un año cada uno). En su proyecto -que se impuso al de otros aspirantes a dirigir la Filarmónica-, Hernández-Silva manifestaba su deseo de realizar labores sociales, hacer de la orquesta «motor de cohesión social» e impulsar su labor formativa. «Mi compromiso es con nuestra juventud», reiteró ayer. En su opinión, todo el esfuerzo que uno haga en este sentido «es poco». Por eso entre manos tiene un «ilusionante» proyecto. Con el gerente de la OFM, Juan Carlos Ramírez, como aliado y con todos los profesores «comprometidísimos», la Filarmónica pondrá en marcha a lo largo de este año su propia academia. «Yo voy a estar con los jóvenes siempre. Apartaré fechas para ocuparme de eso», garantiza. La idea es trabajar en tres encuentros al año, de los que Hernández-Silva dirigirá dos. Los alumnos trabajarán repertorio clásico, empezando con Mozart y Beethoven. En noviembre, si todo sale según lo previsto, se celebrará la primera cita. De momento, la orquesta trabaja en la búsqueda de fondos.

El presupuesto para esta iniciativa no saldrá del montante global de la OFM, que vuelve a reducirse en 2014 (800.000 euros menos) y que contará con una aportación municipal de 2.389.000 euros y un ingreso de la Junta de 2.050.000 euros (por primera vez, no están al 50%). Los recortes, indica, obligan a «ser más ingeniosos». «Pero siempre trabajo con una cuestión muy antigua que nos han enseñado nuestros abuelos, que es la amortización», señala.

En este sentido, el alcalde de Málaga apunta a la necesidad de «atraer esfuerzos de colaboración privada», patrocinios. Confía para ello en la «brillantez y notoriedad» que le va a aportar el maestro a la OFM. De la Torre está convencido de que la etapa de Hernández-Silva «marcará huella, nos permitirá crecer en abonados y tener argumentos sólidos para plantear el Auditorio que nuestra ciudad necesita». Alba, por su parte, reconoce al venezolano como uno de los directores «con más potencial en la actualidad». Ante tales expectactivas, Hernández- Silva no pudo más que expresar su agradecimiento y un deseo: «Espero estar a la altura de lo que todos ustedes esperan de mí».

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