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LEANDRO PAVÓN
Jueves, 20 de febrero 2014, 02:55
La llegada del buen tiempo trae consigo desde hace ya bastantes años la presencia de picores y urticaria entre los vecinos. La culpable es la oruga procesionaria, que en marzo -o a mitad de febrero como este año- empiezan a invadir los pinos del municipio. Para intentar aminorar esta plaga, el Ayuntamiento está probando actualmente un tratamiento pionero para eliminar a la oruga en su lugar de residencia.
En el tronco de los árboles de la plaza Begines se inyecta actualmente un insecticida que pretende acabar con la oruga desde su origen. La novedad de este tratamiento radica en su duración, ya que surtirá efecto durante seis meses, el ciclo vital del insecto en cuestión. El líquido inyectado -método al que se le llama endoterapia-, se irá distribuyendo durante ese tiempo por toda la copa de la planta, para que los insectos mueran al ingerir sus hojas.
La concejala de Gestión de Recursos, Pilar Fernández-Figares, explicó que este tratamiento tiene la ventaja de no pulverizar con productos químicos a las plantas, Así, no se deja el aire lleno de estos compuestos con el peligro de inhalación del ciudadanos. La edil manifestó que si este método funciona, se ampliará la forma de actuar ante el insecto en el centro urbano.
La oruga procesionaria anida en invierno en lo alto de los árboles, especialmente en los pinos, y con el comienzo del buen clima empiezan a bajar a la superficie de una forma muy particular, en una hilera todas juntas, para así empezar su proceso de crisalización para convertirse en mariposas.
El peligro de este animal se encuentra en sus pelos urticantes con forma de gancho, que liberan taumatopenia, una toxina que ocasiona una dermatitis tóxico-irritativa al individuo que entra en contacto con ella, con especial efecto en niños y mascotas.
El Ayuntamiento seguirá en la lucha contra este insecto con otros métodos más habituales. Durante estos días, se actuará en zonas cercanas a algunos colegios como el Santo Tomás de Aquino o Mar de Alborán. En estos casos, los operarios retirarán los bolsones de seda en los que las orugas están aún resguardándose del frío, o ya están empezando a salir en algunos casos.
Un método más agresivo se está llevará a cabo en los pinares de Los Pedregales, la zona de Seghers, los alrededores del Palacio de Exposiciones y Congresos y en el Centro Cultural Padre Manuel, en donde se utilizarán los tratamientos aéreos de pulverización tradicionales. En total, con los diferentes métodos de actuación en todo el municipio, se planea que se traten unos 2.000 pinos.
Otras plagas
Fernández-Figares recordó que además de la oruga procesionaria, el Ayuntamiento también hace frente a otras plagas como el picudo rojo, los pulgones o el hongo negrilla. Durante el balance del año 2013 para el mantenimiento de zonas verdes, la edil ya explicó que sólo tuvieron que retirar tres palmeras afectadas gracias al tratamiento que se emplea, una combinación de varias duchas foliares de insecticidas.
En cuanto a los pulgones y hongo negrilla, que afectan especialmente a los naranjos, la técnica fitosanitaria empleada ha ido reduciendo esta plaga en el municipio en los últimos dos años.
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