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FRANCISCO GRIÑÁN En twitter: @pacogrinan
Lunes, 10 de febrero 2014, 08:52
Podía ganar cualquiera y lo hizo 'Vivir es fácil con los ojos'. El premio al mejor guión adaptado dio alguna pista del sentido de una gala muy abierta en la que el filme de David Trueba acabó imponiéndose al final y llevándose seis estatuillas, todas de peso. Una ceremonia en la que de nuevo planeó la reivindicación de un sector azotado por la crisis, la piratería y el IVA cultural y en la que el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, estuvo de ausencia presente.
Javier Cámara también apuntó el éxito de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' cuando arrebató el Goya al mejor actor al que en principio partía como favorito, el malagueño Antonio de la Torre ('Caníbal'), al que la doble candidatura le volvió a jugar en contra al dividir sus opciones. Pese a sus tablas, Cámara no pudo aguantar la emoción y confesó que «tenía que parar» y serenarse, ya que había «soñado este momento varias veces». El intérprete, que ha conseguido la estatuilla tras su sexta nominación, señaló a Juan Carrión «que está ahí sentado» e inspiró esta película sobre un profesor de inglés que va a Almería tras la pista de John Lennon.
David Trueba subió después a recoger los galardones al mejor director y película. El cineasta recordó lo difícil que se ha puesto conseguir un crédito para rodar un filme y quiso poner distancia con los que acusan al mundo del cine de tener solo un color político: «Aquí hay gente que vota a todos los partidos», subrayó el artista cuyo filme también ganó en el apartado de música original. Al triunfo de Trueba y Javier Cámara se unió la andaluza Natala de Molina, que en esta aventura beatlemaniaca afrontó su primer gran papel tras pasar por la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. La joven intérprete se llevó el premio a la actriz revelación.
Uno de las sorpresas de la noche tuvo protagonista malagueño. Más bien dos: el productor Antonio Hens y el joven actor Ignacio Montes que subieron al escenario a recoger el premio Goya a la película iberoamericana por 'Azul y no tan rosa', una coproducción entre Venezuela y España. Concretamente con la productora malagueña Malas Compañías. El director Miguel Ferrari confesó que el galardón era como «ganar un mundial de fútbol» y agradeció a Hens «por hacer realidad este sueño». Este filme fue la cara de los malagueños, mientras la cruz fue para el mencionado Antonio de la Torre y para Antonio Banderas que vio desde la distancia como la otra gran aspirante a película de animación, 'Futbolín', le arrebataba el Goya a la cinta andaluza 'Justin y la espada del valor'.
La mejor actriz fue Marian Álvarez, la protagonista de 'La herida', que hizo valer su condición de favorita por su papel de mujer atormentada y recordó a su padre que le dijo: «Jamás tires la toalla». «No vamos a permitir que nada ni nadie decida por nosotras», fue su mensaje de despedida en clara referencia a la reforma de ley del aborto. El director de su filme, el sevillano Fernando Franco, también subió a recoger el galardón al director novel y comentó que ayer no era el día más importante de la película, sino el que quedó con Álvarez en una tetería para hablar de su papel.
El que abrió la caja de los premios fue Javier Pereira, el protagonista de 'Stockholm' al que le costó contener la emoción al recoger el de actor revelación por su interpretación en la película de Rodrigo Sorogoyen, que se hizo con crowdfunding y fue una de las triunfadoras del pasado Festival de Málaga Cine Español. Su emoción juvenil fue comparable al de otra premiada, la de la veterana Terele Pávez que recogió tras una gran ovación el galardón a la mejor actriz de reparto por su alocada hechicera de 'Las brujas de Zugarramurdi'.
Precisamente, esta última cinta de Álex de la Iglesia, la segunda con más nominaciones (10) pero paradójicamente excluida de las candidaturas principales, arrambló en casi todos los galardones técnicos con ocho estatuillas: montaje, vestuario, dirección de producción, sonido, efectos especiales, maquillaje y peluquería, dirección artística y actriz de reparto. Fue la cinta más galardonada de la noche, pero con mayoría de premios menores.
La gran derrotada fue 'La gran familia española' (11 nominaciones), que tuvo su momento de la mano Roberto Álamo que subió a recoger el galardón al mejor actor de reparto, una categoría en la que competía con el malagueño y compañero de elenco en esta película, Antonio de la Torre.
Entre el recuerdo a los fallecidos, no faltaron ni el cineasta malagueño Pablo Cantos ni dos grandes artistas que eligieron la Costa del Sol para vivir: el director de culto Jess Franco que apadrinó a toda una generación de jóvenes cineastas malagueños y el músico cubano Bebo Valdés.
Uno de los momentos esperados lo protagonizó el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, que afrontaba su último discurso en esta gala. Fiel a su estilo, no se calló y enumeró el «fuerte descenso en producción», la piratería que «sigue campando por su respetos» y el «ineficaz» IVA cultural, con el que el Gobierno sólo ha recaudado la mitad de lo esperado al contraerse el consumo. Por ello, volvió a pedir que la ley del cine que se lleva negociando años se apruebe de forma «urgente y necesaria», aunque también recalcó a sus compañeros que el futuro estaba en sus propias manos: «En una crisis como la actual la imaginación es más importante que el conocimiento».
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