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FRANCISCO JIMÉNEZ
Lunes, 3 de febrero 2014, 10:11
Será por la «magnífica campaña mediática» -según sus propias palabras- que ha protagonizado el alcalde a nivel nacional al asegurando que es capaz de ducharse con apenas 11 litros; será por la tormenta política que se ha instalado en el Ayuntamiento en el último mes; o, principalmente, por el susto que se han llevado en un tercio de los hogares de la capital al ver cómo les ha subido el recibo. O por una mezcla de las tres, pero la realidad es que en Emasa dan por hecho que el consumo de agua en Málaga va a bajar en los próximos meses a raíz de la aplicación del nuevo sistema tarifario. Lo reconocen con el convencimiento de las bondades de que se tarifique teniendo en cuenta el número de habitantes en vez del gasto total por vivienda, pero sin ocultar la preocupación de que la caída del consumo sea mayor del esperado y acabe descuadrando las cuentas de la entidad, que este año ya se han configurado a la baja con un presupuesto de 76,8 millones, de los que 62,1 saldrán directamente del bolsillo de los usuarios, frente a los 62,5 contemplados en 2013.
Los datos oficiales no se conocerán al menos hasta marzo, ya que habrá que esperar a que los empleados de la empresas municipal de aguas completen la lectura 'in situ' de todos los contadores ya íntegramente computable con el nuevo modelo tarifario, pero la previsión es que descienda debido a que, sólo con el revuelo formado alrededor de la nueva factura, son muchos los malagueños los que prestan más atención al agua que gastan en su día a día. «La gente está teniendo una mayor conciencia de que el agua tiene un precio. La sensación que tenemos es que ahora hay más personas que le echan cuentas al recibo, sobre todo aquellos a los que les ha subido», afirma el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez.
A la espera de que se concrete la repercusión en los 3.800 edificios con contadores comunitarios (unos 150.000 vecinos), dado que la facturación actual en estos inmuebles es ficticia hasta el 1 de marzo debido a la prórroga concedida para que actualicen los datos del padrón, el recibo ha subido en el 36% de los domicilios, ha bajado en el 44% y se ha mantenido en el 20% restante. Trasladado a personas, las diferencias aumentan al encarecerse la factura al 24% de los malagueños y abaratarse la del 64%.
Repercusión en el recibo
Según ese estudio, las viviendas con un solo inquilino empadronado son las más afectadas, al incrementarse el recibo en el 61,9% de los casos, mientras que en las de dos personas lo hace en un 54,8%. En ambas categorías sube a todos los que rebasen los 112 litros por persona y día; mientras que los que se sitúan por debajo de ese promedio a lo más que aspiran es a quedarse como están. La tendencia empieza a cambiar a partir de los hogares con tres personas, ya que pagarán más en el 44,3% de los casos, aunque también habrá otro 53,2% que verán rebajado su recibo. A partir de ahí, únicamente se registran descensos en todos los casos salvo, evidentemente, los inmuebles cerrados y sin consumo. Cara al nuevo ciclo de facturas, la previsión es que a partir de marzo disminuya el porcentaje de abonados a los que les sube, a lo que también contribuirá la corrección de los datos del padrón que se han ido solventando en las últimas semanas.
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