Un hada novata

Si a alguna chica de dieciséis años le dicen que parece un hada, puede pensar muchas cosas. Elia, la protagonista de esta novela, oye esas palabras al final del libro, una historia que la ha llevado desde Barcelona a Bristol, Londres y otros lugares de la vieja Inglaterra, y que la ha puesto en contacto con seres cuya existencia real cuestionamos.

Estamos ante una historia a caballo entre lo cotidiano, y lo fantástico, entre la vida normal de una chica adolescente, con los problemas propios de su edad, que vive unas semanas en un misterioso lugar de Inglaterra, sometiéndose a una serie de actividades que la convertirán en alguien bien distinto: en un hada. Elia, que debe parte de sus aficiones (lectura y pasión por el inglés) a su abuelo, contacta con una extraña sociedad que la invita a participar, con otras dos jóvenes seleccionadas (una finlandesa y una rusa) en un programa fuera de lo normal, que las capacitará como hadas.

Para ello han de preparar su cuerpo y su espíritu, principalmente con una buena alimentación y un cuidado especial de su piel y su cabello. Pero a su alrededor hay cosas que no cuadran. El secretismo, diversas actividades y algunos acontecimientos hacen que Elia pase por estados de alegría y de angustia.

El amor, algo a lo que parecía ajena hasta entonces, también hace acto de presencia en su vida: todo está cambiando muy deprisa. Y no se sabe si quienes dirigen sus pasos tienen fines confesables.

Como la vida misma: no todo es lo que parece. Y, donde menos se espera, salta la liebre, que a veces es muy literaria y muy letrada. La historia va a tener continuidad, y quedan varios frentes abiertos. Seguro que las lectoras esperan con ansiedad nuevas entregas: la número 2 está a su alcance.