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MÁLAGA

Emasa pierde cada día por fugas y fraude el agua que gastarían 240.000 personas

Los 1.800 kilómetros de red de abastecimiento se revisan hasta cuatro veces al año para evitar esta merma, que equivale al consumo de 240.000 personas

FRANCISCO JIMÉNEZ pjimenez@diariosur.es

Jueves, 16 de enero 2014, 14:26

Las tuberías se revisan hasta cuatro veces al año y el consumo de cada abonado se mira con lupa, pero ese esfuerzo resulta insuficiente cuando uno de cada cinco litros que Emasa distribuye por la ciudad se pierde antes de llegar a los grifos. En el argot del sector se considera agua no controlada, pero detrás de ese tecnicismo se esconde una realidad: entre las fugas que se producen bien por averías puntuales bien por la rotura de unas canalizaciones que en algunos puntos no se renuevan desde hace 40 años; los fraudes (enganches ilegales el incluso trucaje de los contadores para que la facturación sea inferior a la real); y el subcontaje de los registros (porcentaje de agua que consumen los abonados y no se contabilizan por alguna anomalía del sistema de registro), la empresa municipal de aguas deja escapar el 22% del caudal que inyecta en las redes de abastecimiento.

Teniendo en cuenta que la entidad suministra una media de 1.420 litros por segundo (122,6 millones al día) a través de una red de distribución de más de 1.800 km de extensión, los números no dejan lugar a dudas: cada día se pierden 26,9 millones de litros, el equivalente al agua que gastan 240.000 personas si se toma como referencia el consumo medio de la ciudad, fijado en 112 litros por persona y día y que Emasa ha utilizado como umbral a partir del cual se dispara el recibo con el nuevo sistema de tarificación por habitante.

De ese 22%, más de la mitad (el 12% del total) se debe al subcontaje, en torno al 6% a fraudes y el resto a fugas. Desde la entidad reconocen que el nivel de pérdida de agua es demasiado alto, aunque en su defensa tiran de comparativa para decir que hace varios lustros llegaba al 37% del caudal. ¿Qué se ha hecho desde entonces para corregirlo? Fundamentalmente, ir renovando progresivamente todas las tuberías hata llegar a los 1.800 kilómetros totales que recorren el subsuelo de la ciudad (la distancia entre Málaga y Bruselas en línea recta) para prevenir roturas por obsolescencia, reforzar el mantenimiento de las mismas, poner en marcha un plan de control de fugas en los depósitos aprovechando su limpieza programada e implantar sistemas de gestión en redes de presión que permiten detectar en tiempo real cualquier anomalía observada sobre los consumos. En este sentido, cabe reseñar que desde 2003 las tuberías se inspeccionan cuatro veces al año mediante unos dispositivos que se instalan por la noche, cuando el consumo es mínimo, para registrar el ruido que provoca el paso del agua y así localizar dónde hay una fuga con un margen de error de un metro. Según los últimos datos que Emasa tiene publicados en su página web (Memoria Anual de 2011), ese año se detectaron 411 escapes.

Reparación y mantenimiento

En su presupuesto de este año, que asciende a 76,8 millones, la entidad tiene consignada una partida de 1,7 millones para la reparación y conservación de la red de abastecimiento y otra de 3 millones para la de saneamiento. Además, en su plan de actuaciones para los próximos años también se pretende aumentar el presupuesto de inversiones asignado a proyectos de renovación de redes anulando trazados antiguos con difícil acceso en caso de roturas y sustituyéndolos por otros más accesibles y mayor capacidad, como ocurrirá en el túnel del Camino Nuevo y en Puertosol. Para el presente ejercicio se destinarán a este capítulo 2,3 millones.

Paralelamente, también se va a intensificar el plan de implantación de contadores de tipo electrónico con transmisión de datos unificados vía inalámbrica en tiempo real. La principal ventaja de estos aparatos es que el análisis inmediato facilita la detección de consumos irregulares con mayor rapidez. Asimismo, también se va renovando el parque de contadores con el objetivo de mantener la antigüedad media de los mismos en torno a los ocho años que marca la normativa. Entre estos dos planes y las ayudas a las comunidades de propietarios para que sustituyan los contadores comunitarios por individuales, la inversión prevista es de 2,2 millones.

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