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J. CANO
Martes, 24 de septiembre 2013, 10:38
Las escenas de consternación y dolor se sucedieron ayer a lo largo y ancho de la avenida Isaac Peral de la capital, donde un hombre de 36 años, Miguel Ángel G. G., acabó presuntamente con la vida de su mujer, diez años más joven y del hijo que tenían en común, de tan solo cinco. El suceso se produjo en la primera planta del bloque número tres, en pleno corazón de la barriada de La Luz, donde la pareja compartió domicilio hasta su separación este pasado verano y después de cinco años de matrimonio.
Desde entonces Estefanía T. V. acudía diariamente a cuidar a su abuela materna a casa de sus padres, que viven a pocos metros de ella, en la urbanización Barceló de la avenida Europa. Sin embargo, ayer no llegó a su cita. También faltó al colegio el pequeño Aaron. Dos circunstancias que extrañaron a los padres de Fany, como la conocían en el barrio, y que empujó a su padre a dirigirse hasta su domicilio a mediodía. Al no contestar a sus llamadas y ante sus sospechas de que le podía haber pasado algo a su hija y nieto, cogió una escalera y entró por una de las ventanas del piso. La escena que visualizó era conmovedora: sobre la cama se encontró los cuerpos de Estefanía, Aaron y Miguel Ángel, que estaba en medio de los dos. Pensó que los tres estaban muertos, pero se equivocó. En ese momento y según se desprende de las primeras pesquisas, su exyerno se incorporó de la cama y, al parecer, en tono amenazador le dijo: «¿Qué quieres, que te mate a ti también?». Ambos forcejearon durante varios minutos, hasta que el presunto autor del doble crimen logró zafarse y darse a la fuga en una Citroën Berlingo de color azul.
En su huida, algunos testigos recuerdan que llevaba la camisa a jirones y con arañazos ensangrentados en el pecho. La llamada de emergencia del padre de la víctima a la Policía Nacional derivó de inmediato en un amplio dispositivo policial, con comunicación a las patrullas de todos los cuerpos de seguridad, de la matrícula, marca y modelo del vehículo fugado. Poco después, una unidad de la Policía Local lo interceptó a la altura del enlace de la autovía de la barriada de la Virreina, en Ciudad Jardín. Allí, el sospechoso tuvo que ser reducido por la fuerza después de que, según explicaron fuentes policiales, propinara un puñetazo a uno de los agentes. De hecho, uno de los funcionarios resultó herido leve. Mientras tanto, la vivienda se acordonó para proteger las pruebas y el escenario, que inspeccionaron agentes de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios, así como de la comisión judicial, que se desplazó al lugar de los hechos para el levantamiento de los dos cadáveres.
Traslado de cadáveres
El revuelo que causó la noticia en todo el barrio no se disipó hasta pasadas las siete de la tarde cuando los fallecidos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Málaga y la Policía Nacional retiró los cordones de seguridad que mantuvo durante más de cuatro horas. Decenas de familiares, vecinos y curiosos aguardaron frente al domicilio de las víctimas hasta que se las llevaron. En ese momento, se pudo sentir el llanto desconsolado de algunos de sus amigos más cercanos, que ayer no daban crédito a lo que había pasado. Por su parte, los concejales de Seguridad y Distrito de Carretera de Cádiz, Julio Andrade y Raúl Jiménez, respectivamente, acudieron hasta La Luz para mostrar su apoyo a la familia de las dos víctimas mortales.
Según fuentes cercanas al caso, el niño no presentaba aparentes signos de violencia. Aunque no se descarta ninguna hipótesis, la investigación apunta a un posible envenenamiento con barbitúricos o a la asfixia, extremos que tendrá que aclarar hoy la autopsia que realizará el Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga (IML).
Hallada en la cama
La mujer, sin embargo, fue encontrada vestida en el lado derecho de la cama con una puñalada en la nuca, a la altura de la base del cráneo, indicaron las fuentes. Aunque está por determinar la hora de su muerte, una vecina de la familia aseguró haber estado hablando con ella el domingo a las 21.10 horas de la noche, cuando regresaba a su casa con su hijo después de haber estado en la de sus padres. Asimismo, Víctor, un vecino del bloque de las víctimas declaró a este periódico que el domingo se encontró a Miguel Ángel merodeando en las proximidades del bloque pasadas las diez de la noche.
El presunto autor de los hechos tiene, entre otros antecedentes policiales, un intento de homicidio en el año 2000 en el municipio de Torremolinos. Tras ser detenido ayer por los agentes de la Policía Local de Málaga, fue trasladado a la Comisaría Provincial, donde al cierre de esta edición aún no había prestado declaración.
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