Kristin Kreuk: «Me cuesta enfadarme de verdad»

La adaptación del cuento de 'Bella y Bestia' (mañana a las 22.30 horas, en Cuatro) llega a su fin. La actriz Kristin Kreuk (Vancouver, Canadá, 1982), que saltó a la fama en 'Smallville', cambia de registro en esta ficción para convertirse en Catherine, una detective de homicidios de Nueva York que se cuestiona su pasado tras conocer a Vincent Keller (interpretado por Jay Ryan), un médico mutante que en realidad es un experimento militar. Una historia que pone de relieve nuestra obsesión por la imagen.

- En 'Bella y Bestia' lidera el elenco. ¿Ha notado más presión?

- Me lo preguntan mucho, pero la verdad es que no siento presión. Desde luego es una gran responsabilidad tener una serie sobre tus hombros. Pero nada más.

- ¿Se preparó físicamente para hacer de Catherine?

- Competí como gimnasta profesional, soy cinturón morado de karate y trabajé como bailarina de teatro. Me sentía preparada físicamente para interpretar este papel. Mi apariencia es frágil pero no se deje engañar, soy capaz de pelear con cualquiera.

- ¿Es una mujer dura?

- Ser dura implica ser fuerte y hay aspectos de mí que no lo son. No me considero una mujer capaz de aguantar un trabajo como el de mi personaje. Sería una mala detective en la vida real (risas).

- ¿Provoca llevar un arma?

- Soy canadiense, un país donde nadie tiene armas. Con el personaje me estoy acostumbrado a trabajar y a sentirme cómoda con ellas. Las armas brindan un sentido de autoridad y responsabilidad extraño. Estoy aprendiendo a usarlas.

- ¿Y ha contactado con detectives de la Policía de Nueva York?

- Hablé con dos detectives femeninas de la policía de Los Ángeles. Son mujeres increíblemente interesantes con una perspectiva de la vida completamente diferente. La Policía se encarga de proteger a la sociedad y eso es lo que Catherine quiere: salvar a todo el mundo.

«Me identifico con ella»

- ¿Se parece a Catherine?

- Cuantos más capítulos rodamos más similitudes encuentro. Ella ha sufrido traumas que yo no he vivido, pero en otras cosas nos parecemos. Le cuesta acercarse a la gente, se protege y no deja que nadie se acerque a sus sentimientos. Me identifico con ella en ese sentido.

- ¿Esta serie le hace creerse una princesa moderna?

- Hay elementos de fantasía en la serie, pero no creo que haya que interpretarla como un cuento. Es vagamente la historia original de 'La Bella y la Bestia'. La metáfora sin duda es muy bonita y aparece en la serie, pero eso es todo. La idea del amor trasciende más allá de la acción. Era importante mostrar el lado humano, ese amor que va más allá de la imagen física.

- Vivimos en una sociedad obsesionada con la belleza...

- En el avión escuché a dos personas que veían una revista y decían: '¡Qué guapa esta chica! Sin embargo sus pechos son muy pequeños'. Estuvieron todo el viaje hablando de lo mismo. La serie nos obliga a mirar hacia dentro, a ver aquello que no apreciamos de los seres humanos. Incluso si no estamos de acuerdo con la ideología de alguien, su religión o su equipo de fútbol, tenemos que reconocer que dentro existe un humano que ama, que siente, que teme, que existe. Tenemos que dejar de pelear y fijarnos en cosas sin importancia.

- ¿Se mira mucho en el espejo?

- Yo, como muchas mujeres, cuando me miro en el espejo me fijo en las cosas que no me gustan. En el espejo nos encontramos con el reflejo de nuestra cara según nos sentimos en ese momento y no siempre es igual.

- ¿Qué le hace enfrentarse a su bestia interior?

- Tengo varios problemas con el mal temperamento y me cuesta enfadarme de verdad. Me molestan muchas cosas, desde pequeños detalles en el trabajo hasta las grandes injusticias. Trato de no centrarme mucho en esa emoción porque acabo entristeciéndome.