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M. ÁNGELES GONZÁLEZ maguisado@diariosur.es
Viernes, 25 de enero 2013, 08:52
El Estado no es el dueño de la escuela». Con esta rotundidad se refirió ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, a la polémica surgida por la revisión de los conciertos educativos por parte de la Administración. En un foro celebrado en la capital malagueña, el también arzobispo de Madrid defendió que «estatalizar la escuela va en contra de los derechos fundamentales de la persona y de las familias».
A juicio de Rouco Varela, «lo lógico» en un estado libre y democrático de derecho y dentro del régimen constitucional español, es que «se facilite y se abra la posibilidad de la escuela concertada». Se refería así, tal y como detalló ayer el Obispado malagueño, a un «derecho no solo es de la Iglesia católica, sino de toda la sociedad». No obstante, remarcó que «la Iglesia ha sido la educadora de Europa a lo largo de muchos siglos, antes de que el Estado entrara en el terreno de la formación y de las escuelas».
En su alocución ante más de cien personas en un salón de la Hacienda del Álamo, entre las que estaban representantes de la sociedad malagueña como el obispo, Jesús Catalá; el alcalde, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo; y el subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar; Rouco Varela se refirió a la «crisis demográfica» como una de las «causas profundas» de la actual situación económica.
«Si hubieran nacido todos los niños que no pudieron hacerlo desde el año 1973 en Europa occidental, los que pudieron nacer desde 1917 en Europa central y oriental y desde 1948 en la Europa dominada por la Unión Soviética, ¿cuántos jóvenes más tendríamos en Europa?, ¿cien millones?», se preguntó. «Probablemente sí, y con cien millones de jóvenes europeos, ¿habría crisis económica?, yo creo que no», señaló en el foro organizado por la cadena Cope.
Los desahucios
El presidente de la Conferencia Episcopal también se refirió a los desahucios, que calificó de «problema grave», y subrayó el «gran esfuerzo» que hace Cáritas para aliviar estas situaciones.
Tras mantener un encuentro privado con algunos de los asistentes al acto, el cardenal se dirigió pasadas las 14.30 horas al salón en el que tuvo lugar el almuerzo coloquio. Antes de entrar posó ante los escasos medios de comunicación que se dieron cita en la finca, para los que hizo unas breves declaraciones. Así, afirmó que la crisis actual «es compleja y causa mucho dolor», fundamentalmente a las familias.
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