Una promoción en estado de abandono tomada por decenas de okupas

No hay luz ni agua. Los marcos de las ventanas han desaparecido, y también las cerraduras. De noche, el edificio donde Irene supuestamente ha pasado dos días retenida parece un oscuro laberinto lleno de suciedad y escombros. Las sombras solo se iluminan, de tanto en cuando, por las linternas que todos sus inquilinos se ven obligados a utilizar para llegar hasta su morada.

La promoción, que se encuentra en estado de abandono, consta de dos bloques de pisos -de cinco alturas, con cuatro viviendas por planta- que tienen acceso por la calle Marqués de Valdeflores y por la avenida Juan XXIII, a la altura del cruce con Héroe de Sostoa. Tras el paso de los ladrones, que se han llevado todos los objetos metálicos susceptibles de ser vendidos como chatarra, el edificio ha sido tomado por los okupas. «Ahora habrá unas cincuenta personas aquí, pero hemos llegado a ser más de cien», comentaba ayer tarde uno de ellos.

Alberto, un joven argentino que vive en España desde hace siete años, hace de guía: «Los del otro bloque -el que da a Juan XXIII- tienen llaves de los pisos y siempre son los mismos, pero aquí -el de Marqués de Valdeflores, donde fue localizada Irene- los inquilinos van cambiando». Para marcar el territorio, algunos 'sin techo' colocan tablones de madera en las puertas de los pisos donde, por ejemplo, puede leerse 'Aquí vive gente, respetar'. «Es el único sitio libre en Málaga para entrar y dormir», comenta el joven, que lleva cinco meses refugiado en el edificio. «Tengo que poner -añade- una cadena en la puerta de la habitación, hay gente que no sabe convivir».

Denuncias vecinales

Los vecinos de la zona han denunciado en reiteradas ocasiones el estado de abandono del inmueble y el saqueo al que estaba siendo sometido por los ladrones, que lo han ido desguazando lentamente, como informó SUR (ver edición del 01-02-2012). Primero sustrajeron los electrodomésticos de las viviendas, que estaban sin estrenar; después los sanitarios y la grifería; luego los marcos de aluminio de las ventanas; y, por último, levantaron la solería para llevarse las conducciones.

Las intervenciones de la policía se han sucedido desde 2011, con un goteo constante de detenciones por robo. El año pasado, por ejemplo, los agentes arrestaron a siete personas en un mismo día por llevarse distintos objetos del interior de la promoción. Hace un par de meses, los funcionarios detuvieron a seis miembros de una misma familia que fueron sorprendidas mientras cargaban efectos sustraídos en una furgoneta.

Los vecinos aseguran que los cacos llegan a utilizar los garajes o las propias viviendas para almacenar los objetos robados e ir dando portes con sus vehículos para llevárselos. Lo que ninguno de ellos imagina es que en uno de esos pisos, en la tercera planta, estaba la joven Irene retenida.