«Tras atropellarlo, lo metió en el maletero y lo lanzó a un descampado en Estepona»

«Creo que si no hubiésemos intervenido, el animal estaría muerto». Así de contundente se mostró una de las personas interrogadas por la policía en calidad de testigo sobre la presunta paliza que recibió un perro en Estepona el pasado 23 de diciembre. Según fuentes policiales, su dueño supuestamente lo apaleó y lo atropelló en repetidas ocasiones.

Tres de los testigos han querido narrar cómo socorrieron al perro. Prefieren conservar su anonimato, ya que tienen que seguir conviviendo con el presunto autor de los hechos, en libertad con cargos. Son vecinos de la urbanización Parque Antena que no dudaron en acudir a ayudar al can cuando escucharon sus alaridos sobre las 21.00 horas.

«Estaba muy mal, acostado al borde de la carretera, con la cabeza y la boca ensangrentadas», explicó una de estas personas. Los testigos coincidieron en que el perro tenía un agujero en la cabeza, la pata dañada y heridas en el lomo cuando lo recogieron. «Cuando bajamos a intentar parar al hombre, lo montó en el maletero y lo llevó hasta aquella rotonda, y luego lo lanzó al descampado», expuso otro de los vecinos que afirma que presenció la escena.

«El perro caminaba cojeando; le dimos de comer arroz y se puso mejor, pero empezó a llorar de madrugada; sería porque extrañaba a sus dueños o porque le dolía el cuerpo», mantuvieron los testigos. Estas personas no podían mantener al animal y lo quisieron entregar a la policía, pero les dijeron que no tenían recursos para hacerse cargo del mismo. Cuando le hablaron a una familia de conocidos de Istán de la historia del can, sus componentes no dudaron en acogerlo. «Es un matrimonio que tiene una niña pequeña, y está muy bien cuidado», señaló uno de los testigos. No fue la única oferta que recibieron para atender al perro. «Se corrió la voz y se presentaron dos personas más preguntando por él», aseveró.

Según estos testimonios, el acusado de apalear y atropellar a su perro, cuando le reprocharon su actitud, negó que fuese suyo y dijo que le había mordido. Incluso aseguraron que apareció con las manos vendadas. «No era un perro agresivo, nos hubiese mordido cuando estaba herido, al recogerlo», sentenció uno de los vecinos.

En los juzgados

Según indicaron fuentes judiciales, el dueño del perro fue imputado por un delito de maltrato animal después de prestar declaración el pasado día 25 de diciembre en el Juzgado de Instrucción número 5 de Estepona, que estaba de guardia. Fue detenido porque, según las fuentes consultadas, sacó a pasear a su perro en un descampado situado en la urbanización y, supuestamente, lo golpeó con una barra de hierro y lo atropelló en repetidas ocasiones. Según pudo saber este periódico, el supuesto autor de los hechos, de unos 30 años de edad, habría alegado en su declaración que fue el propio animal el que se metió debajo del vehículo.

Por su parte, los vecinos afirman que cuando los alaridos del perro les alarmaron, salieron de sus casas para ver qué ocurría y llamaron a la Policía Nacional para avisar de lo que estaba sucediendo. «Le dijimos que no le pegara y él contestó que era su perro», sostuvo una de las personas que intervino para evitar la presunta paliza. Otro de los ciudadanos que acudió a ayudar al animal aseguró que apartó la barra de unos 60 centímetros con la que presuntamente el autor de los hechos golpeó al can, de raza beagle, con el objetivo de que el hombre no la siguiera usando contra el animal. Este objeto fue recuperado más tarde por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

«Lo cogía por encima del hombro y lo tiraba al suelo; luego le quiso pasar con el coche y el perro se intentaba escapar de la rueda», manifestaron las fuentes. Por otra parte, observaron que el animal estaba ya débil y atrapado entre el coche y un gran bordillo. Al parecer, fue entonces cuando los vecinos le recriminaron su actitud y el hombre se habría subido al coche con el animal y se habría alejado un poco para bajarse de nuevo y lanzarlo contra el asfalto.

«Cuando llegó la policía, giró en una calle», explicó uno de los vecinos. Según fuentes consultadas, cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, el hombre ya se había marchado. Los policías nacionales lograron finalmente localizar al sospechoso, un hombre de nacionalidad española.

Alcohol

Según explicaron las fuentes, el sujeto iba conduciendo en el momento en el que fue identificado. Por ello, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía lo trasladaron hasta las dependencias de la Policía Local de Estepona para que le practicasen la prueba de alcoholemia, ya que presentaba síntomas de haber bebido. En los resultados el hombre dio más del doble de la tasa permitida, según aseguraron.

El presunto autor de los hechos nunca había llamado antes la atención en el vecindario, aunque en ocasiones, cuando se había marchado de casa, se habían escuchado sus dos perros, según uno de los testigos.

El día de Navidad, el animal llegó a su nuevo hogar. «No sé qué nombre le habrá puesto la familia», explicó otro de los testigos interrogados por los agentes, que indicó que, aunque estas personas estaban indignadas por los supuestos acontecimientos, estaban contentas de tener a un nuevo miembro en su casa.