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Las 26 pandas se exhibieron en un mismo escenario, aunque concursaron en otros. :: Álvaro Cabrera
Nuevos aires de verdiales en La Concepción
MÁLAGA

Nuevos aires de verdiales en La Concepción

El cambio de ubicación revitaliza la Fiesta Mayor, a la que acuden unas 8.000 personas El certamen también se reinventa con un nuevo formato que permite que haya tres concursos simultáneos, uno para cada estilo existente

CARMEN MARTÍN cmblanco@diariosur.es

Sábado, 29 de diciembre 2012, 17:29

Los verdiales entraron en Málaga por Fuente Olletas. Cuando los malagueños los oían por primera vez preguntaban quiénes eran los responsables de esos cantes y bailes: «Los del partido de verdiales», les respondieron. Al año siguiente ya los conocían: «Por ahí vienen los de los verdiales», decían y de tanto decirlo dieron nombre al cante que más identifica a Málaga. La tradición la relata José Gómez Santiago, presidente de la Federación de Pandas de Verdiales, que va más allá: «Algunos dicen que el partido de verdiales se llamaba así porque allí se criaba la aceituna verdial y aquí estamos rodeados de olivos; estamos en el mejor sitio en el que se puede estar para la fiesta, el campo, porque la fiesta es del campo». Precisamente, el cambio de ubicación de la Fiesta Mayor de Verdiales al parque periurbano de La Concepción tras estar años en San Cayetano y los dos últimos en el recinto ferial de Puerto de la Torre ha dado nuevos aires al certamen de verdiales, que vuelve a sus raíces y se reinventa para revitalizarse.

Unas ocho mil personas no quisieron perderse la fiesta y no dudaron en acercarse ayer a la nueva ubicación pese a ser un día laborable. Las guitarras, las castañuelas y los lazos de colores se mezclaron con los aficionados desde que la 51 edición de la Fiesta Mayor de Verdiales comenzó al mediodía, cuando ya se percibía una afluencia importante de visitantes que se hizo mayor a partir de las dos de la tarde, una vez comenzado el concurso. Aficionados desde siempre, como Ignacio Rey, aplaudieron el nuevo enclave: «Éste es el sitio natural de los verdiales». «Me gusta; hay un ambiente estupendo que invita a tocar los verdiales», explicaba este malagueño natural de Cútar que estuvo unos años participando en una panda de verdiales.

«La gente está disfrutando del cambio y lo está acogiendo bien, aunque el aparcamiento debería ser más fluido y la verdad es que se ha quedado pequeño», confesaba ayer el presidente de la Federación de Pandas de Verdiales.

«Me alegra mucho que hayamos encontrado un espacio que puede, con un arreglo complementario más, ser muy acogedor para esta gran fiesta del 28 de diciembre», matizaba ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que no dudó en coger la vara de mando para que una panda de las participantes se arrancase a producir los ancestrales sonidos de los verdiales.

Vuelta a los orígenes rurales

«Estamos ante uno de los cantes más antiguos de la Península Ibérica», matizó el primer edil. «La vuelta a los orígenes rurales creo que es un acierto del Ayuntamiento de Málaga y de la Federación de Pandas», apuntó el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, que adelantó que además del encuentro de pandas de Benagalbón en septiembre el ente supramunicipal está trabajando con la federación para crear un nuevo certamen.

En el de ayer fueron 26 las pandas de verdiales que participaron, 12 del estilo de los Montes, nueve del de Almogía y cinco del de Comares. Todas ellas pasaron por un escenario central con megafonía, carpa y sillas; además, había otros tres escenarios sin sillas donde se celebró simultáneamente el concurso en los tres estilos existentes. Las ganadoras fueron las pandas Santo Pitar en el estilo Montes; Raíces de Almogía, en el de Almogía y Arroyo Conca en el de Comares. Tanto la nueva ubicación como el nuevo formato -que pretende acortar el tiempo de duración del concurso, que en anteriores ediciones se ha alargado hasta pasadas las diez de la noche- responde a una propuesta de la Federación de Pandas de Verdiales, aprobada en asamblea, al Ayuntamiento, que la acogió sin dudarlo, apuntó Ramón Santamaría, vicepresidente de la federación.

Francisco Romero, al que todo el mundo llama Paco Maroto, ha pasado por más de un enclave de este concurso, ya que fue el introductor del estilo comares en la Fiesta Mayor de Verdiales. Es el violinista de la panda Primera de Comares y a sus 80 años y 28 días dice que volverá a tocar el año que viene el violín de su tatarabuelo, que tiene ya más de 300 años. «Mientras los brazos me sirvan estaré tocando», decía. Aficionados como Juan de Dios Herrero y Antonio Sánchez Podadera, que celebraron ayer el cumpleaños del primero, volverán el año que viene si pueden a la fiesta para ver a pandas con tanta historia como la de Paco Maroto.

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