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ÁLVARO FRÍAS
Jueves, 27 de diciembre 2012, 15:11
Como habitualmente solía hacer, sacó a pasear a su perro en un descampado situado en la urbanización Parque Antena, en Estepona. Sin embargo, en esta ocasión, la caminata supuestamente habría acabado en una brutal paliza del propietario al animal, ya que, presuntamente, lo apaleó y atropelló en repetidas ocasiones, según aseguraron las fuentes consultadas.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 23 de diciembre, sobre las 21.00 horas. Entonces, según expusieron las fuentes, varios vecinos observaron cómo un hombre golpeaba una y otra vez a su perro con una barra, que posteriormente fue recuperada por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que arrestaron al sospechoso.
Por ello, los testigos llamaron a la Policía Nacional, para alertar a los efectivos de lo que estaba sucediendo. Según las fuentes, al llegar al lugar de los hechos el hombre ya se había marchado.
En este sentido, las fuentes indicaron que los testigos afirmaban que habían visto cómo el presunto autor de los hechos, después de golpear en repetidas ocasiones al animal, lo atropelló hasta en un par de ocasiones. Antes de irse del descampado, el dueño se habría vuelto a bajar del coche y, tras agarrar al perro, lo habría lanzado contra el asfalto.
Los policías nacionales lograron finalmente localizar al sospechoso, un hombre de nacionalidad española y de unos treinta años de edad. Según explicaron, el hombre iba conduciendo en el momento en el que fue identificado.
Por ello, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía lo trasladaron hasta las dependencias de la Policía Local de Estepona para que le practicasen la prueba de alcoholemia, ya que presentaba síntomas de haber bebido. En los resultados el hombre dio más del doble de la tasa permitida, según aseguraron las fuentes.
Finalmente, el varón fue detenido por un supuesto delito de maltrato animal y otro contra la seguridad vial.
El animal
Por su parte, el perro, gravemente herido, fue recogido por una de las personas que presenció los hechos. Según las fuentes, «estaba muy mal, desfigurado».
Una vez que ya no se pudo hacer cargo del animal, otro de los testigos se encargó de sus cuidados. Pero la voz se ha corrido y las ofertas para atender al perro no dejan de surgir.
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