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JOSE ANTONIO TRUJILLO En Twitter: @Joseatrujillo
Domingo, 25 de noviembre 2012, 03:04
La medicina se desangra y los médicos hemos entrado en shock. La economía ha conseguido que los médicos no nos ocupemos de la medicina. La gestión de la crisis ha hecho confundir a los galenos su específica área de interés. Los enfermos, su cuidado y su tratamiento han dejado su lugar al análisis de la sostenibilidad del sistema sanitario, a los balances contables, al estudio de la eficiencia de las decisiones que tomamos a diario y a la preocupación por la falta de la mínima seguridad jurídica en el desempeño de nuestros trabajos. Nos olvidamos de las personas, y las personas están comenzando a olvidarse de nosotros.
La enfermedad nos hace vulnerables y nos iguala. La sociedad siempre premió a los hombres que dedicaron su vida al cuidado de los enfermos. La medicina nació el mismo día que el hombre fue expulsado del paraíso, y el dinero fue un invitado postrero e impertinente.
La civilización occidental nos ha regalado el humanismo, ese ideal de integralidad objetiva e integridad subjetiva, de superabundancia enriquecedora de sí mismo y de los demás, y no quiere perder su oportunidad en estos momentos de desorientación generalizada. Nos propone un brindis, y nos invita a adentrarnos en la medicina basada en el humanismo. Dedico mi vida y mis mejores esfuerzos a que los médicos abracen los objetivos de esta corriente.
La medicina humanista es la medicina con alma. Petronio nos dejó escrito: «Medicus enim nihil aliud est quam animi consolatio» (El médico no es otra cosa que el consuelo del alma).
Ser médico humanista es una forma de estar en sociedad. No es un añadido circunstancial . Es una opción personal y profesional de mostrarse a las personas que acuden a él. No es cosmética con color de cultura y aroma de esnobismo. Es compromiso con las personas y apuesta radical por una forma de entender al hombre y la vida. El médico humanista no percibe el legado recibido como bisutería intelectual sino como carga que debe cuidar y transmitir. Apostar por el humanismo es apostar por una forma de vida que se construye desde los valores y con la intención de que nuestras vidas dejen poso en la historia.
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