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SELENE VEGA
Lunes, 12 de noviembre 2012, 02:16
Nanette Roberts está desbordada. Mira a su alrededor y ve a casi 40 gatos que necesitan alimentos y cuidados veterinarios. Es una vecina muy solidaria que ha convertido su casa en un improvisado refugio para felinos abandonados ante la falta de un espacio adecuado para albergarlos en la protectora que gestiona la Asociación por los Derechos de los Animales Abandonados (ADANA) en la localidad. Los voluntarios de este recinto se encargan de los perros y no pueden cuidar de los gatos, por lo que esta mujer procura acoger a los que puede y la asociación le da mensualmente algunos sacos de comida para alimentarlos.
Roberts ha creado en su jardín varios módulos con grandes jaulas para los que necesitan una atención especial, y el resto están sueltos. No quiso revelar su dirección en este reportaje porque afirma que, de momento, le es imposible atender a más gatos, y teme que la gente se los eche por encima de la valla de su casa, como ya le ha ocurrido otras veces. Los interesados en adoptar deberán solicitarlo primero a través de ADANA o del correo 'nancapsud@yahoo.com'.
«Es mucho trabajo, porque la gente siempre está abandonando gatos», afirmó la mujer. Sus dos manos habitualmente cuidan siempre de una media de 40 gatos, entre los que llegan y los que adoptan otras personas. La mujer desarrolla esta labor desde hace cuatro años. Llegó a Gibraltar desde su país natal, África, cuando se jubiló. Navegaba con su marido cuando echó el ancla en Estepona y empezó a ayudar a los gatos abandonados. Algunos están enfermos y se recuperan gracias a que les suministra cuidados especiales. Incluso se ocupa de algunas colonias repartidas por el municipio; alimenta y lleva a estos gatos al veterinario para esterilizarlos y que no se reproduzcan para que no empeore la situación y haya más gatos sin hogar en la localidad.
Mercadillos
Roberts organiza desayunos y vende productos en mercadillos para conseguir el dinero necesario para alimentar y cuidar de todos los felinos. ADANA le facilita un espacio en las ferias que organiza, y los domingos participa en el mercadillo del núcleo urbano manilveño de Sabinillas. La vecina recordó que el 1 de diciembre la Asociación de Residentes Extranjeros de Estepona (AREME) realizará un mercadillo prenavideño, y que ella participará para recaudar dinero para su causa. Será en el Palacio de Congresos, de 11.00 a 14.00 horas.
«El veterinario me hace un precio especial», explicó la amante de los felinos. Reconoció que recibe algunas donaciones, pero consideró que aún así todos los gastos se le acumulan. Necesita sobre unos 900 euros mensuales, y en muchas ocasiones pone lo que le falta de su bolsillo.
«Es maravilloso cuando sobreviven o cuando encuentras una buena casa para ellos», aseguró la mujer, quien dijo que recientemente consiguió un hogar en Inglaterra para tres gatos. «Es difícil encontrar casas para gatos aquí porque estamos en crisis», expuso Roberts. Por último, observó que hay al menos cinco personas más en Estepona que cuidan de muchos gatos abandonados, y que planean asociarse y construir un refugio para estos animales. «Para eso necesitamos que el Ayuntamiento nos de un suelo», explicó.
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