La investigación apunta a que una reacción a la droga causó la muerte del empresario noruego en Estepona

La investigación abierta para esclarecer la muerte del empresario noruego el pasado fin de semana en una urbanización de Estepona apunta a que el fallecimiento se habría producido por una reacción adversa a las drogas. Sin embargo, este extremo tendrá que ser confirmado por los análisis complementarios a la autopsia, que se realizarán en el Instituto de Toxicología, con sede en Sevilla, según explicaron las fuentes consultadas.

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana en la urbanización El Presidente, situada en la citada localidad costasoleña. Sobre las 01.20 horas de la noche del viernes al sábado, varios vecinos y los empleados de seguridad de la zona afirmaron que escucharon gritos y vieron a un hombre corriendo por el jardín de la urbanización golpeándose contra los muros de un apartamento.

Se trataba de T.R.R., un ciudadano noruego de 43 años, nacido en Oslo. Este hombre estaba dedicado al sector de la construcción, un negocio con el que habría hecho mucho dinero, según las fuentes, que indicaron que el empresario solo llevaba dos días de vacaciones en la Costa del Sol.

El fallecido habría mostrado esa noche una actitud muy agresiva mientras se hallaba en una reunión con su familia. «Su mujer tuvo que salir corriendo del apartamento y esconderse con su hijo, de unos cinco años. Cuando me acerqué vi que los muebles del interior de la casa estaban todos tirados y revueltos», aseguró uno de los vecinos.

Fuera de control

Al parecer, el empresario estaba fuera de control, por lo que la presencia de la Policía Local fue reclamada por los testigos, que indicaron que los agentes intentaron tranquilizar al hombre en todo momento. Sin embargo, éste habría continuado con su actitud, incluso llegando a tirarse completamente desnudo a la piscina que hay en los jardines, según las fuentes.

Tras salir del agua tenía frío, por lo que su madre le acercó una manta o sábana para que se abrigase. Los testigos afirmaron que, en ese momento, el fallecido se habría abalanzado sobre su progenitora con -al parecer- el objetivo de agredirla.

Los policías locales intervinieron y redujeron al individuo. Cuando parecía que estaba tranquilo, la madre de la víctima gritó que el hombre había muerto, por lo que en ese momento, su hermano quiso acercarse, según las fuentes. Entonces se habría producido un forcejeo con los agentes, quedando uno de ellos con la ceja rota y el hermano reducido en el suelo.

Al ver que estaba inconsciente, los efectivos de la Policía Local comenzaron a practicarle un masaje cardiaco a la víctima, según los vecinos, quienes manifestaron que para ello le quitaron los grilletes. Finalmente llegó la ambulancia, aunque los efectivos sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Los vecinos cuentan que los familiares dudaron en un primer momento de la intervención de los policías, un aspecto sobre el que los testigos insistieron en que el trato de los agentes fue «exquisito» con las personas implicadas en el suceso.