El abogado del secretario adjunto alega que existe «animadversión» por parte del regidor

Los dos expedientes disciplinarios que abrió el Ayuntamiento de Estepona al secretario adjunto municipal por su comportamiento no han quedado sin respuesta por parte del funcionario. Como publicó este periódico el pasado día 23 de septiembre, en ellos se acusaba al trabajador de dirigirse «de forma agresiva y amenazante» a dos concejales del PP y de no cumplir con sus obligaciones, según dos decretos firmados por el alcalde, José María García Urbano. El abogado del secretario adjunto presentó alegaciones en el Ayuntamiento por registro de entrada el 17 de septiembre, y en ellas defendió que el alcalde siente una presunta «animadversión» hacia su cliente.

El abogado solicita que García Urbano se tenga por recusado para instruir los expedientes por dicho motivo. Así, en uno de los documentos a los que ha tenido acceso este periódico, indica que su cliente se ha visto «obligado a adoptar una actitud defensiva ante los contínuos ataques recibidos» por parte del primer edil.

Uno de los argumentos que utiliza para intentar probar esta presunta «enemistad» es que el secretario adjunto dirigió un escrito el día 4 de septiembre para explicar lo acontecido respecto a unos certificados que se le habían solicitado el 31 de agosto y que no recibió contestación, sino que al día siguiente «a primera hora» ya tenía abierto un expediente disciplinario «por esos hechos, entre otros». Otra de las ideas que subraya es que en una ocasión se le pidieron certificados con «mayor urgencia» que al secretario general.

Así, en el documento se insiste en que cuando se apartó al funcionario de la Secretaría General del Ayuntamiento se le negó «toda información municipal». Se le encomendó hace meses realizar el inventario del patrimonio municipal lo que, a juicio de la defensa, le provocó una «desocupación laboral alarmante».