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ANTONIO FUENTES
Lunes, 30 de abril 2012, 03:32
Un año después de despedirse del Antequera, el destino ha sonreído a Antonio Carlos Ortega. El entrenador malagueño ha pasado la temporada en blanco al no cristalizar ninguna de las opciones que ha tenido para volver al banquillo. Pero la espera ha merecido la pena y ahora se prepara para hacerse con las riendas de un grande de Europa.
Justo después de que se esfumara la posibilidad de dirigir a la selección de Rusia, llegó la opción del Veszprem húngaro. El club más importante de ese país y un histórico en la Liga de Campeones decidió no contar para la próxima temporada con su actual preparador, Lajos Mocsai, y valoró la opción del técnico malagueño como inquilino de su banquillo. Según ha podido saber este periódico, la figura del capitán del Barcelona Intersport, Laszlo Nagy, ha sido clave en la negociación, ya que el húngaro también tiene una oferta del Veszprem para jugar allí los próximos años y puso como condición que el entrenador fuera Ortega. De hecho, Nagy comunicó al Barcelona el pasado sábado su intención de dejar el club a final de temporada a pesar de tener un año más de contrato, y la entidad catalana está dispuesta a negociar la cláusula de rescisión.
Acuerdo
Ortega viajó en varias ocasiones a Budapest para ver al equipo antes de cerrar el acuerdo, que culminó con la firma del contrato hace dos semanas. El compromiso unirá al malagueño y a su segundo, Xavi Sabaté, por tres temporadas con el Veszprem, aunque el club se guarda la opción de poder rescindir el contrato (con una penalización) al final de la primera temporada si no se consiguen los objetivos marcados. El banquillo del Veszprem es una de las opciones más golosas para cualquier entrenador cara a la próxima temporada, ya que es uno de los clubes más solventes de Europa y tiene como objetivo llegar a la Final Four de la Liga de Campeones en 2013. Para ello, invertirá una alta suma de dinero esta pretemporada para conseguir un equipo de primer nivel mundial que pueda pelear la hegemonía de los clubes españoles y alemanes en el continente europeo.
La bomba de ese mercado, de cerrarse, será el propio Nagy, que volvería a su país después de marcar época en España. Curiosamente, el húngaro jugó en el eterno rival del Veszprem, el Pick Szeged, antes de llegar al Barcelona.
Pero junto a él, Ortega quiere diseñar una plantilla que causaría sensación. Para ello, ya tiene fichado al pivote chileno del Barcelona Marco Oneto, y está muy cerca de cerrar a su compañero Cristian Ugalde. Además, el técnico no descarta seguir sondeando la Liga española, que acusa una tremenda crisis económica, en busca de los jugadores que completen la plantilla. Lo más urgente es cerrar un central de primer nivel mundial que sea la prolongación del malagueño en la pista.
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