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OPTASPORTS
Jueves, 19 de abril 2012, 03:32
El Maygar Antequera cayó en la pista del Ademar León por 26-18. Mucho le costó al superior conjunto leonés entrar en partido frente al bullicioso del equipo malagueño. Los de Antonio Ortiz quisieron pelear a los leoneses con sus mismas armas: mucha intensidad, marcajes férreos en defensa, posesiones eléctricas en ataque y un ritmo de partido endiablado. Desde luego se nota el cambio de mentalidad del conjunto verde en las últimas jornadas. Sin embargo, no tardó demasiado el Ademar en poner en funcionamiento su maquinaría pesada; en concreto, a los diez minutos ya tomaba sus primeras diferencias en un pabellón algo más desangelado de lo habitual.
Una ventaja que los locales estiraron hasta los cinco goles, un colchón que aportaba mucha comodidad frente a los intentos de Óscar Río y Alejandro Marcelo, quienes a base de habilidad mantenían en el partido a sus compañeros. El problema era que a esas alturas de partido los de Isidoro Martínez ya volaban. El choque parecía un entrenamiento con poco público previo al vital partido europeo que el Ademar jugará frente al Fusche Berlín para abrirse las puertas de la Final Four de Colonia. Los maristas vivían de la capacidad de Ruesga para generar juego hasta partir la defensa rival en dos para las entradas de los extremos. Y ahí galopan sin piedad dos fenómenos llamados Krivochlykov y Stranovsky. Demasiada dinamita para tan poco muro como disponía un Antequera muy venido a menos a los veinte minutos de encuentro.
Reacción de Beltza
Le quedaban diez minutos al siete malacitano para reconducir un partido que se situaba cuesta arriba por momentos. Lo hacía a través del exjugador marista Beltza, siempre tirando de garra y pundonor para anotar. Fue un espejismo, un arranque momentáneo que quedó ahogado por las nuevas correrías de Stranovsky en su banda.
La entrada en el segundo periodo fue igualmente fría, con el Ademar haciendo posesiones más largas de lo que acostumbra. Y es que si en la primera parte los de Isidoro Martínez trataron de tener buenos minutos para cobrar ventajas y matar la moral andaluza, en el segundo acto el planteamiento cambió. El septeto local dejó que los minutos pasasen en busca de mantener la renta sin cansarse antes del partido que pueda salvar la irregular temporada leonesa.
Sobre el parqué se veían unas diferencias que no eran traducidas en un marcador apretado, al Antequera le bastaba con una buena racha para meterse en el duelo de lleno. Conforme pasaban los ataques, el ritmo bajaba de forma exponencial hasta convertirse en un partido plomizo, de piernas cansadas y brazos lentos. Con cuatro goles por debajo fue consciente el Ademar de que con un poco de energía podían luchar por un partido a priori imposible. Antonio Ortiz ajustó su engranaje defensivo hasta dejar al Ademar en cuatro goles durante un cuarto de hora, escasísimo bagaje para un equipo de juego eléctrico como el de los leoneses. Buena parte de culpa tuvo la entrada en pista de un estelar Mijatovic, ya que el serbio cuajó una excelente actuación bajo palos. Ahí fue cuando el banquillo visitante echó de menos eso: más profundidad de banquillo. Ademar León: Losert, Denis (2), Cutura (3), García (3, 1p), Carou, Andreu, Goñi (2) -equipo inicial-, Baena, Alamo, DiPanda (2), Cabanas (2), Ruesga (4), Stranovsky (7, 3p) y Ferrer (1).
Maygar Antequera: Moyano, Soto (2, 1p), Espigol (2), Radulovic (1), Bustos (1), Morales (3), Río (2p) -equipo inicial-, Mijatovic, Arjona (1), Beltza (1), Ugarte (2), Marcelo (3,2p) y Soto (1).
Parciales: 1-1, 5-3, 9-5, 11-6, 14-7,14-8, 15-9, 17-12, 19-15, 23-15, 25-15 y 26-18.
Árbitros: Fernández Fernández y Rodríguez Rodríguez.
Cancha: Palacio Municipal de los Deportes. 3.500 espectadores.
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