Los ciclistas aumentan las precauciones en Málaga ante los robos

Beatriz González está a punto de comprarse una bici nueva. Ahora usa una antigua que la ata con un candado de poca seguridad. «Cuando tenga la otra me haré con un candado rígido en forma de 'U' que aunque sea más caro es más resistente. Así no corro el riesgo de que me la roben», asegura. Como ella los ciclistas malagueños aumentan cada vez más las precauciones debido al aumento de robos de estos vehículos. «Cada vez hay más usuarios por la crisis. No tiene por qué pasarte pero hay que ser precavido», dice.

Salvador Oncina, camarero de profesión que trabaja en una taberna del centro, dejó la suya apenas un minuto en la calle y cuando fue a por ella ya no estaba. «Me costó 500 euros y ahora tengo otra de segunda mano que me busqué por 40 euros. Ya no vuelvo a tener una bici cara en la vida», concluye.

Además de elegir bien el candado también es importante saber atar la bici. Al menos hay que enganchar una rueda y el cuadro del vehículo a un elemento rígido. «Si la sujetas solo por el silletín pueden levantarlo y quedarse con la bici», indica Manuel Berenguer. Este ciclista no usa candado pero tiene un método infalible: «No le quito ojo y si me despego de ella la dejo al cargo de alguien», aconseja.