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Investigadores españoles y alemanes emplean nuevas tecnologías para estudiar las cuevas. :: SUR
Una investigación tierra adentro
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Una investigación tierra adentro

Los expertos tratarán de concretar una cronología de la ocupación humana a lo largo de la Prehistoria en ambas cavidades Un equipo internacional estudia con nuevas tecnologías las cuevas de Ardales y Las Palomas

CARMEN MARTÍN cmblanco@diariosur.es

Domingo, 25 de septiembre 2011, 03:37

Llevan solo una semana trabajando en las cuevas de Ardales y Las Palomas, esta última localizada en Teba, pero saben a ciencia cierta que obtendrán resultados exactos. Un equipo internacional, compuesto por alemanes y españoles, está aplicando nuevas tecnologías en ambas cavidades para conseguir una cronología de la presencia humana a lo largo de la Prehistoria en ambas cuevas.

El proyecto, impulsado por el Neanderthal Museum de Alemania, la Universidad de Cádiz, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el Consorcio Guadalteba y el Grupo de Acción Local Guadalteba, cuenta con numerosos patrocinadores y colaboradores, entre ellos expertos de nueve universidades españolas y alemanas.

El director del Neanderthal Museum, Gerd Weniger, dirige junto al catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, José Ramos, esta investigación en la que también participan arqueólogos del Consorcio Guadalteba. Weniger explicó que el objetivo es conseguir una cronología exacta de la ocupación de las cuevas. En la de Ardales, creen que además de en el Paleolítico Superior y en el Neolítico, pudo haber presencia en el Paleolítico Medio, mientras que en la de Las Palomas el experto alemán matizó que existe una secuencia enorme del Paleolítico Medio «que probablemente tiene una cronología desde unos 80.000 a unos 40.000 años».

Tapada por un terremoto

Weniger además apuntó que no conoce muchos yacimientos en Europa como la Cueva de Ardales, totalmente tapada hasta que la abrió un terremoto en 1821. Es por ello que tiene «restos de actividades humanas que se han quedado en la superficie o cerca de la superficie».

Precisamente, en esta investigación solo se estudiará las bocas de las cuevas y el interior más inmediato al que llega la luz, ya que se cree que son en esas zonas donde pudo haber más presencia humana, matizó el arqueólogo y director de la Red de Patrimonio Guadalteba, Pedro Cantalejo, quien aseguró que los prehistóricos han tenido relación durante miles de años con estas cuevas. «Sabemos que han estado allí porque han dejado muchos restos, pero tenemos que aplicar nuevas tecnologías para conocer fechas exactas, para conocer los ambientes prehistóricos y para conocer muchos datos de cómo se desarrollaron las actividades que tuvieron a las cuevas como contenedores», explicó el arqueólogo para matizar que los neandertales habitaron ambas cuevas. No en vano, afirmó que el hombre pudo estar presente en ellas hace 500.000 años.

Para conocer las fechas exactas de ocupación de ambas cavidades, en esta investigación se emplearán técnicas como el georadar para ver cómo eran las bocas antiguas de las cuevas y de sondeo, con la que se extraerán sedimentos del interior para poder analizarlos sin necesidad de abrir grandes cuadrículas, por lo que se conservará mejor el yacimiento.

Igualmente, en los laboratorios se fecharán muestras que se van a extraer de costras de las superficies que se han solidificado en el interior de las cuevas, en las zonas donde había luz, explicó Cantalejo.

Así, de las cavidades se extraerán piedras, tierras e incluso alguna materia orgánica descompuesta. En este sentido, Cantalejo explicó que, por ejemplo, con las muestras de tierras se puede conocer el polen y, por tanto, saber no solo el medio vegetal sino también el climático y conocer si hacía frío, calor o había humedad en las cuevas.

Hasta ahora en ambas cavidades se han hallado muchos indicios de la presencia del hombre muy importantes, «pero no todos se han podido llevar al laboratorio», apuntó Pedro Cantalejo. Ahora con estas nuevas tecnologías apenas invasivas con el yacimiento se podrá saber con exactitud, por ejemplo, la fecha de un hueso, explicó el experto. En ambas cuevas se han encontrado pinturas rupestres y restos arqueológicos que se han estudiado en los últimos 30 años. Cantalejo destacó que las pinturas de Ardales son muy conocidas: «son pinturas paleolíticas muy antiguas que se conservan muy bien y también hay grabados», explicó. En la Cueva de Las Palomas «hay arte esquemático de los primeros campesinos, no tan antiguo como el de los cazadores del Paleolítico», concluyó.

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