El museo de las gemas se convierte en un pulso entre el Ayuntamiento y la adjudicataria

Cada presentación, cada acto promocional, cada evento ha venido acompañado del brillo, incluso del glamour, que se le presuponía a una institución que tenía entre sus fines la exhibición de piedras preciosas. Un fulgor que ahora pierde lustre, que incluso amenaza con apagarse entre las luces desvaídas de los despachos oficiales y los juzgados.

Porque ese camino, el judicial, enfila una iniciativa en su día presentada como una de las grandes apuestas municipales en materia cultural: el complejo Art Natura, conocido como el museo de las gemas, uno de los tres espacios previstos junto a otro llamado Ciencias de la Vida y un tercero denominado Ciencias de la Tierra.

Han pasado casi cinco años desde que el Ayuntamiento anunciara que Art Natura era uno de los inquilinos elegidos para dar uso cultural a la antigua fábrica de Tabacalera. El otro es el Museo Automovilístico. Este último opera desde septiembre. Más incierto se presenta el futuro de Art Natura.

Sube la tensión

Tanto es así, que el museo de las gemas se ha convertido en un pulso abierto entre la adjudicataria (Royal Collections) y el Ayuntamiento de Málaga. Unos y otros han ido tensando sus argumentos en los últimos días y el resultado del conflicto va camino de dirimirse en los tribunales.

No en vano, la concesionaria anunció ayer su intención de emprender una «acción judicial» ante las «manipulaciones y falsedades» que achaca a la Gerencia de Urbanismo. Del otro lado, el alcalde Francisco de la Torre esgrimió ayer que el gobierno local tiene «las ideas claras», al tiempo que sostuvo que «no ve razón» para abonar una indemnización a Royal Collections.

Para entender mejor estas desavenencias conviene retroceder en el tiempo. En la raíz del problema está el retraso que acumula la inauguración de Art Natura. Las primeras previsiones fijaban la apertura para el otoño de 2009, luego se pospuso a mediados de 2010, de ahí a principios de 2011 y el calendario ya mira hacia finales de este año.

En opinión de Royal Collections, la demora le ha ocasionado serios perjuicios económicos, hasta el punto de que el pasado 14 de diciembre presentó un escrito en el que pedía al Ayuntamiento la resolución del contrato y se reservaba la opción de pedir una indemnización. La misma Royal Collections admitió ayer que intentó retirar la reclamación el pasado día 2. Sin embargo, el Ayuntamiento, lejos de achicarse, se defendió al ataque: dos días después (el pasado viernes día 4) rechazaba la petición y abría la puerta a la vía judicial.

En su argumentación, el gobierno local achacaba buena parte de la responsabilidad de los retrasos a las modificaciones planteadas por Royal Collections. El Ayuntamiento desarrollaba su tesis en un documento de 14 folios que no ha sentado nada bien a los responsables de la adjudicataria.

En particular, el fragmento redactado por los técnicos de la Gerencia de Urbanismo en el que desglosaban los cambios atribuidos a Royal Collections, que ayer denunciaba las «manipulaciones y falsedades» que, a su entender, incluye el documento. «Con fecha previa al 4 de mayo de 2011, en fase judicial, Art Natura documentará las irregularidades del informe presentado por el Ayuntamiento sobre los retrasos en la rehabilitación del conjunto de Tabacalera», sostienen.

Seguir con el proyecto

Eso en cuanto al retraso en la apertura que podría motivar una posible indemnización. En lo relativo a la rescisión del contrato, Royal Collections ha rectificado y mantiene su intención de seguir adelante, hasta el punto de que ayer mismo se registraba en el Ayuntamiento un escrito en el que reiteraba su voluntad de mantenerse al frente del proyecto.

Royal Collections ha admitido que presentó la reclamación «como medida de presión por las desatenciones municipales». Pero, al parecer, le salió el tiro por la culata. Hasta tal punto, que ayer no ocultaba sus temores sobre el cariz que pueden tomar los acontecimientos. Así, la concesionaria ponía ayer negro sobre blanco una hipótesis que ha cobrado fuerza en los últimos días.

Tras recordar los desencuentros con el Ayuntamiento, el comunicado añade: «Posteriormente, Art Natura Málaga fue informada de que se aprovecharía su solicitud de rescisión para volver a plantearse en el Ayuntamiento dedicar los edificios de Tabacalera a otros usos diferentes. Así, la entidad no haría los museos y se le iniciaría un expediente compensatorio, que duraría años».

Sería un borrón y cuenta nueva para un proyecto en el que el Ayuntamiento lleva invertidos más de 30 millones de euros.