Chaves: «Nadie va a sacar gas o petróleo de la Costa del Sol»

«Nadie va a sacar gas o petróleo de la Costa de Málaga». Hasta en tres ocasiones -con leves variaciones en la forma pero no en el fondo- el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, rechazó tajantemente que se puedan producir prospecciones frente a la Costa de Málaga. Durante la firma del acuerdo de traspaso de las competencias sobre playas del Ejecutivo central a la Junta de Andalucía, el también ministro de Política Territorial afirmó que el Gobierno no autorizará ninguna actividad que ponga en riesgo al sector turístico.

Chaves se refirió a la preocupación de los empresarios, los ayuntamientos, los pescadores y las organizaciones medioambientales por las «presuntas prospecciones» -dijo literalmente- en busca de gas metano que están previstas en el mar de Alborán, ante lo que quiso lanzar un mensaje de tranquilidad: «Que no se alarme nadie sobre algo que no va a tener lugar».

«No se ha tomado ninguna decisión. Se está a la espera de determinados informes, entre ellos sobre impacto medioambiental, para ver si se toma o no esa decisión», y agregó: «Lo que se autoriza, si se autoriza, es una investigación para ver si existe o no ese recurso; pero nadie va a sacar gas ni mucho menos petróleo de la costa».

Dar prioridad al turismo

A juicio de Chaves, la prioridad es la industria turística: «Nadie desde el Gobierno de la Nación va a tomar una decisión que pueda afectar a uno de los recursos más importantes no sólo de la Costa del Sol y de Andalucía, sino también de España, como es el turismo».

El mensaje supone un cambio de actitud por parte del Gobierno, pues contrasta con el lanzado esta misma semana por el Ministerio de Industria, que se reafirmó en la oportunidad de llevar a cabo sondeos en el mar de Alborán y defendió la solvencia de CNWL OIL España, la última compañía autorizada para ejecutar este tipo de actividades. Este permiso coincide con la solicitud de Repsol para llevar a cabo una prospección con fines exploratorios frente al litoral mijeño, y han motivado críticas generalizadas del sector turístico y de los ayuntamientos costeros por el miedo a un posible vertido. «La opinión pública debe saber que no se ha concedido una autorización de explotación de hidrocarburos, sino simplemente una autorización de investigación y prospección», explicaron fuentes de este departamento. También el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, comentó la semana pasada que no estaba previsto dar marcha atrás en las nuevas autorizaciones.

El consejero de Turismo, Luciano Alonso, terció en la polémica y recordó que la Junta de Andalucía fue la única administración que hizo alegaciones a las prospecciones en busca de gas frente a la Costa del Sol, en las que se ha demandado la «máxima seguridad y el máximo cuidado» para evitar que pudieran afectar al sector. Preguntado durante la presentación de la próxima edición de la Feria de Turismo de Madrid (Fitur), Alonso dijo que espera que las prospecciones no afecten a la Costa y exigió que si finalmente se realizan se hagan en los términos establecidos.

Críticas de la oposición

Especialmente duro con las palabras de Chaves se mostró el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo: «Si el vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, está dispuesto a rechazar las prospecciones que no se limite a buscar un titular y que lleve la cuestión al Consejo de Ministros para que haya un compromiso firme», dijo Bendodo, y recordó que el Ministerio de Industria se ha mostrado a favor de estas prospecciones.

El líder popular advirtió de que las prospecciones «son el primer paso, porque nadie se cree que si una multinacional encuentra un yacimiento no decida explotarlo», y se mostró preocupado por el daño medioambiental y económico que pueden tener estas actividades.

El dirigente popular preguntó a Chaves si el Gobierno «está primando el interés de los ciudadanos o el de una serie de multinacionales extranjeras». «Nadie quiere acudir a una playa en cuyo horizonte se vislumbran torres petrolíferas o de gas, por no hablar de los aceites y otras sustancias derivadas de las actividades de estas instalaciones que pueden cubrir el agua del litoral».