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RAFAEL CORTÉS jrcortes@diariosur.es
Lunes, 13 de diciembre 2010, 10:07
Llega la Navidad: las celebraciones familiares, los regalos, el descanso laboral, las vacaciones de los niños... y los estrenos cinematográficos. La cartelera se llena de historias entretenidas, a veces tristes, aptas para los públicos más diversos. Un adelanto de esta avalancha de nuevos filmes se preestrena hoy lunes en el Teatro Alameda: se trata del nuevo largometraje del cineasta, productor y actor malagueño Ignacio Nacho, que bajo el título de 'Cruda' retrata cuatro historias muy diferentes que tienen lugar durante la celebración de la Nochebuena.
Una cinta coral que llega siete años después de su anterior largometraje y que cuenta con un reparto plagado de nombres conocidos del panorama nacional y local, encabezado por Antonio Garrido, Canco Rodríguez, Alberto González, Antonio Zafra, Virginia Muñoz y Juanma Lara.
'Cruda' es una comedia dramática en la que su director, autor de varios cortos y de largometrajes como 'Estamdo', 'Poliedro' y 'Júpiter', se ha valido de esta celebración porque para él es «un momento muy curioso en el que confluye un elemento ritual, como sucede con los bautizos, en el que comparten mesa y mantel un grupo de personas que no necesariamente se gustan. Pero deben hacerlo para seguir con una tradición que a lo mejor no tiene fundamento, porque en realidad unes a gente que no se ve durante todo el año».
Una exaltación de estas fiestas con la que realmente Ignacio Nacho muestra su preocupación por el concepto de familia. Y para ello ha creado una serie de personajes dispares: «He procurado crear unas diferencias que aparentemente pueden ser muy identificables por el espectador, de tipo social y económicas, pero en realidad lo que sugiero es que independientemente de la situación en la que te encuentres los problemas vienen a ser prácticamente los mismos. Ahí están la búsqueda del amor, los errores y los aciertos; frustraciones, alegrías... En este caso, la Navidad no es crucial, pero me sirve como la mesa para apoyar los personajes», señala.
Personas desarraigadas
Y es que la película de este realizador, que ha conquistado numerosos premios en festivales nacionales y europeos con cortometrajes como 'Libertad provisional', 'Casa Paco', 'Los hermanos Tarakanov' o 'Taberu', presenta cuatro visiones de una cruda realidad contemporánea, aunque interpretadas desde un punto de vista cinematográfico. Un «encuentro de personas desarraigadas que puede suceder en cualquier punto de la geografía española, aunque en la película no se sitúa en ningún lugar concreto ni en un periodo determinado».
La cinta, de cualquier forma, está rodada íntegramente en Málaga, y surge como un «autoencargo» que se hace este cineasta inquieto que, harto de que desde hace veinte años le digan que el mundo del cine está en crisis para justificar la falta de apoyo a sus trabajos desde el punto de vista de la producción, se volvió a lanzar a la aventura.
El proyecto surgió hace dos años y se ha llevado a la práctica con un presupuesto muy ajustado, ya que se trata de una obra «independiente y autofinanciada», una circunstancia sobre la que Ignacio Nacho reflexiona: «Si quieres rodar, coge una cámara. En este caso el presupuesto brilla por su ausencia, el mío son las personas que trabajan conmigo. Es una relación de intercambio, un concepto medieval. Yo propongo una idea y solicito la colaboración de un colectivo. Y es la participación lo que permite que salga adelante todo. El entusiasmo es nuestro presupuesto».
Y para llevarlo a cabo, el autor ha tenido que renunciar a cualquier tipo de alarde visual y efectos especiales para centrarse «en individuos que, a través de sus diálogos y circunstancias, acerquen al espectador mi forma de entender el mundo sin desentenderme de una concienzuda puesta en escena, reemplazando el coste con creatividad», asegura Ignacio Nacho, que agradece también el apoyo de la productora malagueña Pixplas.
El trabajo con los actores
Tal vez por ello, lo que más le ha gratificado ha sido el trabajo desinteresado de los actores. «Eso ha sido lo que más me ha gustado, aunque me queda el mal sabor de boca de no haber podido recrearme en el trabajo con ellos. Pero han trabajado sin cobrar y todos tienen algún tipo de actividad que les limita mucho el tiempo. Una carencia que se suple con el efecto positivo de la ausencia de pautas a la hora de trabajar, lo que le da mayor espontaneidad a la película. Además, tenía muchísimas ganas de trabajar con actores malagueños de nuevo».
Pero los problemas económicos no asustan al cineasta, guionista, actor, artista plástico y director de proyectos para teatro y televisión. Así, embarcado en la promoción y distribución de 'Cruda' en España y Europa, confiesa que tiene otros proyectos en la cabeza. Por un lado trabaja en un documental y, por otro, tiene previsto hincarle el diente a un cortometraje rodado en tres dimensiones.
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