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REGINA SOTORRÍO rsotorrio@diariosur.es
Miércoles, 20 de octubre 2010, 15:19
Cuando suben al escenario, se comen el mundo con sus letras ácidas y críticas con lo que les rodea. Transmiten fuerza y seguridad. Cuando bajan de él, son unos creadores más, personas normales con sus miedos, sus fantasmas, sus incertidumbres... Un documental, dirigido por Moisés Salama y Miguel Ángel Oeste, y producido por Emedialab y Gharuda, desmonta los tópicos del rap a través de la mirada de tres músicos malagueños: Elphomega, Rafael Fernández 'Capaz' y Little Pepe. 'Vibraciones', que se estrena mañana en el cine Albéniz, saca a la luz «el lado oscuro de la creación», lo que el público no ve antes de que se enciendan y después de que se apaguen los focos del concierto.
«Nos han querido vender una cultura urbana muy estereotipada, con el rap siempre vinculado al skate y a los graffitis, pero la realidad es bien diferente: para los músicos es una forma de expresión como otra cualquiera», explica Salama. Tienen fama de egocéntricos, pero «no van por la vida pavoneándose, es solo una máscara que se colocan para actuar», apunta Oeste. Puede parecer que sus letras son improvisadas, que salen de forma natural, pero detrás de ellas hay horas y horas de trabajo hasta el punto de «supeditar todo lo demás a la música». «Hacen cuarenta temas para quedarse con quince», matiza el director. Y, además, puntualiza Salama, «son personas muy cultas».
La cinta, a medio camino entre la ficción y el documental, se cuela en el proceso creativo de estos músicos para acabar con los clichés. «Como cualquier artista, cuando alguien toma la opción de vivir del arte hace una apuesta valiente que implica miedos, dudas, inseguridades...», indica Salama. Fue precisamente su hijo, Daniel Salama, montador de numerosos videoclips para estos artistas, quien le puso sobre la pista de que en el trabajo diario del rapero se escondía un caldo de cultivo interesante para plasmarlo con una cámara. Y Málaga es una buena base de operaciones. «El mundo del rap malagueño es bastante potente a nivel nacional e incluso internacional», añade Oeste.
Pero, pese a la fama y el prestigio de estos artistas malagueños, al igual que la inmensa mayoría de los creadores, no tienen ingresos fijos y, si bien su música cala hondo en un público adolescente, algunos de ellos superan los treinta años. «Refleja lo difícil que es vivir de la vocación», resume Oeste. Y lo hace a través de tres nombres del rap en distintas etapas de sus vidas artísticas: Rafael Fernández 'Capaz' ha tocado la cumbre con Hablando en Plata; Little Pepe es el último en incorporarse a este mundo; y Sergio Albarracín, Elphomega (también guionista de la cinta), está en un punto intermedio, «como en el limbo». Cada uno de ellos vivirá en el documental un «conflicto relacionado con la creación».
Son los protagonistas, pero no los únicos que aparecen en la cinta. Por ella desfilan grupos como Picos Pardos, productores como Big Hozone -su estudio Showtime funciona como centro neurálgico de la música independiente, no solo del hip hop, también del reggae u otros géneros-, Dj Narco y otros muchos nombres de la escena del rap malagueño.
Lenguaje de cine
La película, filmada principalmente en Málaga con algunas escenas grabadas en Fuengirola y Granada, está narrada con un lenguaje cinematográfico. «Tiene una vocación muy estética. Nuestra referencia es el nuevo cine americano de los 60», explica Oeste. De ahí que se haya rodado en blanco y negro. Y es que ambos directores tienen una formación muy vinculada al séptimo arte. De Moisés Salama son los documentales 'Melillenses', 'Una historia personal' y 'Atlas Bereber', ha producido 'Morente sueña la Alhambra' y forma parte del comité de dirección del Festival de Málaga-Cine Español. Miguel Ángel Oeste, por su parte, se estrena con este filme como director tras haber firmado el guión de varios documentales (entre ellos 'Melillenses', 'Una historia personal') y es crítico de cine de SUR.
Así, en 'Vibraciones' los protagonistas no hablan directamente a cámara: lo que se retrata son «sus acciones del día a día», aclara Oeste. La cámara les sigue. De esa forma, el mundo del rap se muestra desde «la mirada del propio artista», dice Salama.
El rap como género es parte importante e imprescindible, pero 'Vibraciones' no es un videoclip ni un documental musical al uso. «Quienes esperen eso no lo encontrarán aquí», advierte Salama. «Es un documental con hip hop, no de hip hop», puntualiza Oeste. Más información: en la gran pantalla del cine Albéniz a partir de mañana.
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