Una avería deja en tierra a mitad de viaje a 900 pasajeros embarcados en Málaga

Por segunda vez en menos de un mes, Pullmantur ha tenido que cancelar su crucero 'Joyas del Atlántico', con salida desde Málaga. Esta vez, la culpable ha sido «una incidencia técnica relacionada con el suministro eléctrico del buque» que obligó a cancelar el crucero en plena ruta para preservar «el firme compromiso de la compañía por ofrecer la máxima calidad», según informó el touroperador en un comunicado. El 'Atlantic Star' sustituye desde el pasado día 29 al 'Pacific Star', que también sufrió una avería el 13 de agosto que dejó en tierra a unas tres mil personas durante dos semanas.

Esta vez, los afectados son unos 900 cruceristas que embarcaron en Málaga y otros 600 que se subieron en Lisboa. En total, 1.500 personas que fueron desembarcadas ayer en el puerto de Arrecife (Lanzarote), donde tenían prevista una escala, para ser trasladados en aviones fletados expresamente por la compañía a sus ciudades de origen.

La tripulación informó ayer a mediodía a los pasajeros por la megafonía, mientras que Pullmantur remitió un comunicado a todas las agencias de viajes con las que trabaja para que informasen a los clientes que tenían contratadas salidas en el mes de septiembre. La ruta 'Joyas del Atlántico' no se reanudará, por lo menos, hasta octubre.

El touroperador lamentó las molestias a los turistas y garantizó el reembolso total del importe abonado por el viaje, además de la aplicación de un descuento del 50% sobre el precio de un futuro crucero, mientras que asegura que la avería es fruto de un «hecho puntual».

Sin embargo, los cruceristas del 'Atlantic Star' que han sufrido las incidencias no opinan lo mismo y afirman que el crucero ha estado funcionando mal durante tres días mientras navegaba por alta mar. «Ha sido todo un caos», señaló uno de los viajeros que ayer vio truncadas sus vacaciones.

Malos olores

En la primera jornada, comenta, los pasajeros que se alojaban en la quinta planta denunciaron que no podían utilizar las duchas ni los retretes porque los sumideros estaban rotos. Los pasajeros indican que debieron soportar malos olores a bordo. Además, aseveran que el martes se averió el aire acondicionado. «No se podía estar dentro porque te asabas de calor, pero fuera había temporal y era peligroso salir», indica este crucerista.

A pesar de que recuperarán su dinero, los pasajeros han perdido unas vacaciones con las que muchos habían soñado todo el año. A la pérdida de días de vacaciones se suma además que muchos de los cruceristas embarcaron en Málaga procedentes de otras ciudades españolas, con lo que tenían comprados sus billetes de vuelta para el próximo domingo. Las asociaciones de consumidores recomiendan en estos casos guardar todas las facturas de gastos causados por esta incidencia para una posible reclamación a la compañía.