La promotora del muelle uno plantea un gimnasio para atraer público todo el día

El proyecto comercial para dar uso ciudadano al muelle del paseo de la Farola necesita de uno o varios negocios que garanticen la presencia de público durante todo el día y, si finalmente esa 'locomotora' no fuera el supermercado Carrefour de dos mil metros cuadrados planteada junto al edificio cultural de la esquina con el paseo de los Curas, hay otras alternativas para hacer que el muelle tenga vida desde las primeras horas del día hasta la madrugada. Según pudo conocer este periódico de fuentes cercanas a la promotora de la actuación, la Unión de Iniciativas Marina de la Farola, se ha previsto la presencia de un gimnasio o de un centro de ocio infantil para niños como alternativas al establecimiento de Carrefour que, según las fuentes, por el momento se mantiene en el proyecto comercial.

La presencia de un gimnasio en la oferta comercial del muelle 1 no es algo nuevo. En los planos trazados para la zona a principios de esta década ya se planteaba la inclusión de un establecimiento de estas características en la parte más próxima a la Farola, donde finalmente se ha realizado un aparcamiento de 160 plazas. Además, también se barajó la apertura de un centro deportivo de este tipo cuando, hace tres años, la Junta de Andalucía autorizó el conjunto de la superficie comercial en el muelle.

Ahora, sus promotores lo plantean como una alternativa a la inclusión de un supermercado de alta gama de la cadena Carrefour, que ha suscitado polémica porque puede considerarse que choca con lo que debería ser una oferta comercial de tipo medio-alto, como la que se pretende crear en el muelle. De hecho, la Autoridad Portuaria ya ha manifestado su intención de tener la última palabra en cuanto a la implantación o no de este negocio, al que se ha opuesto públicamente y de manera radical la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar.

De ahí que, aunque todavía no se ha caído de la oferta comercial prevista para el muelle, sus promotores han previsto otras opciones con el mismo fin: que haya público durante la mayor parte del día en este nuevo ámbito de ocio y paseo para la ciudad.

De hecho, según pudo conocer este periódico de varias fuentes consultadas, muchas de las marcas de moda, servicios y complementos que han mostrado su interés por implantarse en el muelle de la Farola quieren que exista ese supermercado Carrefour para garantizarse la atracción de personas a la zona durante todas las horas del día. Así, en el caso de que finalmente Carrefour no abriera sus puertas en la zona, podrían llegar a replantearse igualmente su presencia en algunos de los locales que todavía están por vender.

Comercialización

Como ya informó la promotora a finales del pasado mes de julio, ya están adjudicados la práctica totalidad de los negocios de restauración de la zona, una veintena de bares y restaurantes aproximadamente que suman 5.000 metros cuadrados de superficie. En cambio, queda por cubrir casi la mitad de los espacios dedicados a tiendas de moda, complementos y servicios, que suponen los 9.000 metros cuadrados comerciales restantes del muelle.

Para que fructifique la comercialización de estos locales que todavía no tienen comprador seguro se hace necesaria la presencia de un establecimiento que haga de gancho para atraer público durante casi todos los momentos del día. Si no es un Carrefour, será por lo tanto un gimnasio o un centro infantil, o quizás ambas cosas.

En cualquier caso, si no aparecen nuevos inconvenientes, todo parece indicar que la apertura del muelle del paseo de la Farola como una nueva zona comercial del centro de la ciudad será una realidad a finales del año que viene, tras más de una década de trámites, debates, polémicas y conflictos institucionales que han tenido su último episodio a consecuencia de los cambios que se querían plantear en la esquina de los muelles para construir un edificio cultural de grandes proporciones -veinte por cien metros- elevado sobre pilares, en vez de uno que no sobresaliera de la cota del paseo de la Farola y ocupara parte de la primera planta de sótano del aparcamiento de la esquina, como fue acordado por el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria hace seis años. Finalmente, ese diseño del centro cultural ha quedado descartado y se ha vuelto a la propuesta del año 2004.