La cadena catalana Ibersol adquiere los dos hoteles Princess en Estepona

Los antiguos hoteles Princess en Estepona renacen de la mano de la hotelera catalana Ibersol. La empresa ha adquirido los dos establecimiento que pertenecían a Princess Hotels & Resorts, el Costa del Sol Princesa y el Andalucía Princesa, para convertirlos en un solo 'resort'. La reconversión ha dado paso al complejo turístico Ibersol Resort, con categoría de cuatro estrellas, y con un total de 530 habitaciones (distribuidas en siete bloques). La empresa lleva gestionando desde hace un año las instalaciones, pero ha sido este verano cuando ha decidido comercializar el complejo bajo la imagen de la cadena catalana.

La operación de venta se cerró por una cifra de más de 50 millones de euros, según confirmó a este periódico Claudio Pérez, director general de Ibersol. Con esta compra, Ibersol expande su presencia a la Costa del Sol, ya que hasta ahora su actividad se limitaba a Cataluña, donde tiene varios hoteles, además de un alojamiento rural en Valladolid. La empresa, creada en 1964, explota más de 14 apartoteles y más de un millar de apartamentos turísticos. «Creemos en la Costa del Sol y en la zona de Marbella-Estepona», argumentó Pérez para justificar la apuesta llevada a cabo por la mercantil.

La adquisición de estas instalaciones ha ido acompañada de una reforma integral para ponerlas a punto cara a la llegada de los nueves clientes. No en vano, los hoteles llevaban cerrados desde principios de 2007. La cadena Princess vendió entonces el complejo a una sociedad que participaba en el accionariado del hotel Las Dunas, que posteriormente se deshizo del mismo. Su intención era la de realizar una reforma «faraónica» para conservar una parte como hotel y reconvertir otra en apartamentos turísticos. Pero el proyecto se quedó en papel mojado.

La cadena catalana ha destinado más de dos millones de euros para poner a punto las infraestructuras existentes y adecuar las dependencias a las demandas de los visitantes y al nuevo proyecto de la empresa. «Ha sido una transformación total del hotel, que no tiene nada que ver con lo que era antes», cuenta el director general de Ibersol.

El mercado galo

La apuesta de la cadena catalana confía en la fortaleza del destino turístico de la Costa del Sol en los mercados extranjeros. En este sentido, la dirección de la empresa ha querido innovar y no conformarse con el turista británico. Su apuesta se fija en el mercado galo. «Hemos contactado con touroperadores franceses que antes no estaban en la Costa del Sol para aportar nuevos clientes y nuevas perspectivas para el futuro», dice Pérez, que apunta que todas las semanas recalan siete vuelos de estos agentes en Málaga. «El 95% de estos clientes están en nuestros hoteles», añade el director general de Ibersol.

También han innovado en la comercialización de su producto. Ibersol Resort Estepona ofrece únicamente a sus clientes la opción de contratar el paquete de 'todo incluido club'. Con esto se pretende que al visitante «no le falte de nada» durante su estancia en el hotel. Con esta fórmula, el visitante puede comer y beber sin limitación alguna. Además puede participar en todas las animaciones y en todas las actividades propuestas.

«Los clientes actuales piden hoteles que se especialicen en algo. Nosotros hemos creído en un producto que creemos que puede valer tanto para una pareja que desee tranquilidad como para familias», explica Pérez.

Para estos últimos, el hotel ofrece a los padres la posibilidad de dejar sus hijos al cuidado de monitores que les propondrán todo tipo de actividades. Hay una piscina infantil, un parque para niños de dos a 12 años, un mini-club con monitores y una mini-disco para los más pequeños.

La arquitectura del complejo recuerda la estética de pueblo típicamente mediterráneo. El hotel cuenta con cinco piscinas, zonas comunes ajardinadas, pistas polideportivas, dos gimnasios, sauna, servicio de masajes, tiendas y un espacio para eventos y convenciones, con capacidad para más de 500 personas. Sus habitaciones están estratégicamente distribuidas, de forma que desde la gran mayoría de ellas se disfruta de unas magnificas vistas a los jardines, las piscinas o al mar Mediterráneo.