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Padres de los niños que se han quedado fuera del CEIP Josefina Aldecoa piden más colegios en Rincón de la Victoria. :: ANTONIO SALAS
«Yo quiero ir a ese cole»
EDUCACIÓN

«Yo quiero ir a ese cole»

Cerca de 1.700 niños no han podido entrar en el centro escolar elegido por sus padres La elevada demanda en los concertados y la falta de plazas de las zonas en crecimiento, principales escollos de la escolarización

AMANDA SALAZAR asalazar@diariosur.es

Domingo, 13 de junio 2010, 03:53

Cada año se repite la misma guerra. A un lado, padres disconformes con el colegio que les ha tocado para sus hijos en el proceso de escolarización. En el otro, la delegación de Educación que resiste estoica la lluvia de críticas. Unos y otros juegan bien sus armas. Los padres acuden a las asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPAS), se alían con familias en la misma situación, solicitan reuniones con la delegación e incluso acuden a la prensa para denunciar públicamente su indignación. Mientras, desde la delegación, tratan de buscar una solución que en la mayoría de las ocasiones no satisface a los progenitores. Los padres les recriminan que juegan con el tiempo y con el hartazgo que les lleva a rendirse muchas veces. Los protagonistas, los niños, permanecen ajenos a todo con sus tres años escasos, sin saber que lo que se decide es su futuro educativo para los próximos años.

La escolarización acaba de terminar esta semana con el cierre de las matriculaciones. «La tónica dominante en el proceso ha sido la normalidad», indica el delegado de Educación, Antonio Escámez. Con las cifras en la mano, explica que este año se han escolarizado 16.646 niños de tres años dentro de una oferta para 18.362 en toda la provincia. Es decir, que la demanda está cubierta.

Al menos sobre el papel. El problema es que estas plazas no se reparten en muchas ocasiones en proporción con las necesidades de la población y algunas zonas de la provincia se han convertido en puntos negros en la escolarización. Cerca de 1.700 menores no han conseguido plaza en el colegio que seleccionaron como primera opción. «Se trata sólo de un 10% y siempre se intenta reubicarlos en los colegios cercanos de la misma zona de escolarización», indica Escámez.

Las causas de que determinados colegios tengan que recurrir año tras año al sorteo de vacantes son siempre las mismas: o son colegios con una alta demanda debido al prestigio de su enseñanza -en la mayoría de las ocasiones concertada- o se trata de centros que se encuentran en zonas en expansión.

Los concertados, los favoritos

Que queden niños fuera en los colegios concertados no es ninguna novedad. Año tras año, entidades de renombre de larga tradición educativa, sobre todo de Málaga capital, ven aumentar la demanda frente a los públicos de su misma zona. Eduardo Caro, responsable en Málaga de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), señala que las familias buscan un buen nivel educativo, prestigio, decidir si quieren una educación católica y que los estudiantes permanezcan en el mismo centro desde Infantil hasta Bachillerato. Los servicios que antes marcaban la diferencia, como el comedor o actividades extraescolares, ya han dejado de ser exclusivos de las instituciones de pago.

«Por norma general, el aprendizaje de los estudiantes de la concertada está dirigido y cuentan con una atención más personalizada aunque también hay centros públicos con una calidad alta», dice Caro. Otras familias apuntan a otros motivos que cuesta más reconocer: quieren elegir a los compañeros de sus hijos. «Creo que tener en la misma clase a compañeros en riesgo de exclusión o que vienen de otros países y no conocen el idioma puede perjudicar a la marcha del curso», indica una madre que prefiere no dar su nombre. «Este tipo de declaraciones no son políticamente correctas, pero quiero lo mejor para mi hijo», reconoce. «Creo que hay muchos prejuicios», indica Escámez, quien recuerda que los premiados de las olimpiadas nacionales de Física, Química y Biología de este año fueron alumnos de centros públicos malagueños y alabó los beneficios de la multiculturalidad en los niños.

Este año, once menores que viven en los alrededores de la calle Victoria se han quedado fuera de los centros concertados de la zona que les correspondían. «Nosotros lo que pedimos es que se respete el derecho de los padres a decidir», indica Estefanía Gil, portavoz de los afectados, que están a la espera de que la delegación les dé una solución mientras que sus hijos se han quedado sin escolarizar.

Zonas nuevas sin equipamiento

El otro caso es el de zonas que tienen un alto índice de población joven con hijos pequeños, fruto del crecimiento urbanístico, que no ha estado acompañado con un incremento del equipamiento educativo en la misma medida. En este panorama se encuentran las familias de Teatinos, Limonar y Parque Litoral, en la capital; La Cala del Moral y Torre de Benagalbón, en Rincón de la Victoria; Los Pacos, en Fuengirola; Las Lagunas, en Mijas; y Xarblanca y Bello Horizonte, en Marbella. *En esta información han intervenido: José Antonio García y Mari Carmen Jaime.

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