Paolo Ladrón de Guevara, ajedrecista: El precoz rey de las partidas

Paolo Ladrón de Guevara es a sus catorce años uno de los jugadores de ajedrez más destacados de la provincia. La progresión de este joven parece no tener límites, ya que esta temporada ha conseguido el tercer puesto en el Campeonato de Andalucía absoluto, el subcampeonato Autonómico sub-18 y el campeonato regional de categoría cadete.

La pasión por el ajedrez le viene de familia, ya que su hermano mayor ha participado en numerosos torneos e incluso en Mundiales, lo que despertó la afición del pequeño de los Ladrón de Guevara por el ajedrez. «Con seis años acompañé a mi hermano a una competición y allí comencé a mover piezas. Posteriormente, me fui interesando más por esta actividad y mi padre me buscó un preparador», explica Ladrón de Guevara.

Actualmente, Paolo se entrena tres días a la semana en sesiones de dos horas. No obstante, el jugador asegura que para llegar lejos hay que dedicarle mucho más tiempo al tablero: «Si quieres vivir de esto tienes que entrenarte mucho más. De todos modos, es muy difícil vivir del ajedrez». Aunque es consciente de las dificultades y de la gran competencia que existe tanto en Andalucía como en el resto de España, el chaval tiene sus ideas muy claras: «Mi objetivo más inmediato es subir al podio en el Campeonato de España de mi categoría. A partir de ahí veré qué más puedo conseguir».

Metas

Además de participar en el Nacional cadete, Ladrón de Guevara competirá en el Estatal sub-18 y en el absoluto, aunque en estos torneos no quiere ponerse metas. «No pensé que haría un papel tan bueno en el Campeonato de Andalucía absoluto, así que no quiero presionarme», apunta el joven.

El ajedrecista, que se entrena en el equipo Trebejas a las órdenes de René Alonso García, destaca por la agresividad de su juego: «Me caracterizo por ser muy agresivo en la partida; en cierto modo, me arriesgo». Gracias a su actual entrenador, Paolo ha podido evolucionar en su juego y ha adquirido más calidad. Sin embargo, reconoce que es muy difícil encontrar un buen preparador que te lleve a lo más alto. «Llevo dos años con René y estoy muy contento, porque es muy complicado encontrar un entrenador de su calidad», concluye orgulloso el ajedrecista.