Las aguas bajan revueltas en el PSOE

La elección de María Gámez como candidata del PSOE a la Alcaldía de Málaga en las elecciones municipales de 2011 se está viendo enturbiada por los «errores» -reconocidos por dirigentes del partido- de comunicación de la dirección de los socialistas a la hora de hacer pública la designación de la actual delegada de la Junta en la provincia como la rival de Francisco de la Torre (PP) dentro de doce meses, y por la forma en que se produjo su nombramiento, en una reunión bilateral entre las direcciones autonómica y provincial del PSOE en Sevilla la pasada semana.

A este respecto y tras su reunión semanal de los lunes, la cúpula regional del partido desautorizó ayer a uno de sus miembros, el secretario de Comunicación, el malagueño Francisco Conejo, por hacer público que se había llegado a un consenso sobre la persona elegida, aunque, en un principio, no se avanzó el nombre. El vicesecretario del PSOE andaluz, Rafael Velasco, afirmó que estaba «mal» el hecho de que algún miembro de la cúpula del partido hubiera filtrado que se había llegado a un consenso sobre la persona elegida.

Velasco sí dejó claro que el PSOE andaluz ya tiene «claro» y sabe qué candidatos socialistas propondrán para las ciudades de más de 50.000 habitantes donde no gobiernan -entre ellas Málaga-, aunque no lo anunciarán hasta consensuarlo con la ejecutiva federal del partido.

Fuentes consultadas coincidieron en que en la capital malagueña no habrá sorpresas y María Gámez será la cabeza de cartel ya que es vista con «muy buenos ojos» por el presidente andaluz y líder del PSOE en la región, José Antonio Griñán.

La designación, sin embargo, ha revuelto las, hasta ahora, tranquilas aguas del socialismo malagueño, y el secretario general del partido, Miguel Ángel Heredia, está hablando estos días con los secretarios generales de las diez agrupaciones de la capital para intentar apaciguar algunos ánimos que están exaltados.

Sobre la elección se le consultó ayer en varias ocasiones al presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, quien elogió a la representante del Gobierno autonómico en la provincia. «María Gámez tiene una alta capacidad y cualificación política y cualquier otra empresa que se le encargue la sabrá hacer con dedicación, responsabilidad e ilusión», dijo.

Eso sí, eludió pronunciarse sobre si es la persona idónea para ganar a De la Torre. Cuando se le preguntó a este respecto, contestó: «En la ciudadanía se percibe la necesidad de un cambio en el gobierno de la ciudad, pues el actual es anodino y sin proyecto de ciudad. Málaga está necesitada de un revulsivo y ese revulsivo lo puede aportar el PSOE».

Eso sí, el presidente de la institución aseguró que estará «al lado» de la persona que designe la organización a nivel provincial, regional y federal del PSOE para encabezar esa candidatura. A nadie escapa que a Pendón la opción que más le convencía para ser cabeza de cartel era la de la ex ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

El actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital, Rafael Fuentes, no quiso entrar tampoco en considerar si María Gámez es la candidata adecuada, ya que consideró que es un asunto orgánico. Fuentes sí calificó a la delegada de la Junta como una «magnífica política, avalada por su inteligencia, su capacidad de trabajo y por tener un proyecto de ciudad».

«Debe dimitir como delegada»

Por su parte, el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, respetó la elección de los socialistas pero advirtió: «Si quiere empezar con buen pie (en referencia a Gámez) lo que debe hacer es dimitir como delegada de la Junta en Málaga para no confundir a los ciudadanos. No es correcto hacer la campaña a la Alcaldía desde el sillón de delegada».

El azar ha querido que el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, y la candidata socialista a la Alcaldía, María Gámez, estén juntos esta mañana en la colocación de la primera piedra de un centro de recursos participativos en la avenida Juan XXIII. Un acto con cierto morbo para ver a los dos contrincantes que dentro de un año estarán disputándose la vara de mando de la sexta capital de España.