El Antequera sufre más de lo necesario para ganar al Cuenca (28-27)

Sufrimiento excesivo. El Antequera 2010 se está especializando en dar clases de cómo terminar sufriendo un partido que tenía claramente controlado a pocos minutos del final. Es una película que se ha visto varias veces esta temporada en el Argüelles, y ayer no podía ser menos.

Lejos de lo que pudiera parecer, el de ayer era un partido vital para el Antequera, ya que teniendo en cuenta el aterrador calendario que le espera en las próximas jornadas, no sumar ante el Cuenca hubiera supuesto ver muy cerca el descenso en poco tiempo. Por ello, la victoria supo especialmente bien. Más aún después del sufrimiento innecesario al que se sometió el Antequera en la recta final. A falta de menos de dos minutos ganaba por tres goles de diferencia (28-25) y terminó 'pidiendo la hora'.

Durante el partido, el equipo local alternó fases muy brillantes en ataque y en defensa que le permitieron tener casi siempre controlado el marcador, con diferencias de tres o cuatro goles. Pero, por momentos, se perdía. Sobre todo, en una superioridad que tuvo con hasta cuatro jugadores más.

Dominio local

Aún así el choque siempre estuvo de lado local sustentado en otro recital del meta Jorge Martínez y en el lateral izquierdo del Antequera. Chelu Cid, primero, y Chispi, después tiraron de recursos y fueron la principal amenaza en Antequera de los verdes.

Los cuatros goles de renta al descanso (18-14) parecían definitivos, pero no fue así. En la segunda parte el partido enloqueció, se volvió brusco y el Antequera no lo pudo controlar. Por el Cuenca destacaron los cubanos Paván y Da Costa y Marne, como central. Por lo menos, en las últimas posesiones se salvaron dos puntos que dejan al Antequera, con 15, casi salvado y con mucha tranquilidad para viajar, consecutivamente, a Valladolid y a León.