Sergio Galarza descubre el Madrid «que no se ve» en su primera novela

Paseaba perros. Un oficio como otro cualquiera. Y Sergio Galarza (Lima, 1976) lo aprovechó. Gracias a él conoció a muchas personas. Hoy, protagonizan su primera novela, 'Paseador de perros' (Candaya), que presenta esta tarde (20.00 horas) en Fnac Málaga. Después de cuatro libros de cuentos y otro de reportajes, a este peruano afincado en Madrid no le va nada mal en su debut. Nombrado 'Nuevo talento Fnac', se adentra en la novela con el relato de una vida contaminada por el odio y la desesperanza. Así, destapa la periferia madrileña, «lo que no se ve ni aparece en las postales turísticas».

Según recuerda, «estando a pie de calle era más fácil descubrir la ciudad viendo cosas que otros no ven». Y lo hizo a través de varias historias. De hecho, el germen fue una de ellas. «Sentí que me faltaba más», explica. Y, tirando del hilo, fue engarzando las demás: un anciano con un mapache enjaulado, una mujer adicta a la autoayuda, un matrimonio que espera su final y, sobre todo, perros. Con ellos se cruza el protagonista, un joven inmigrante, que viaja en metro y en autobús de un lado a otro para llegar a tiempo a su trabajo: pasear perros.

Reflejo de él mismo

Una especie de 'alter ego' del autor, que, como el narrador, también llegó a España «pensando en un mundo ideal» y se sintió «desilusionado». Poco a poco, fue descubriendo la ciudad y buscando su espacio. Lo encontró en el fútbol, una de sus pasiones. Por supuesto, no ha podido evitar su referencia en 'Paseador de perros'. Es más, asegura que en la novela hay un «alto grado de crítica social, pero también musical y deportiva».

A Sergio Galarza le gusta el debate. A su juicio, un escritor tiene que «plantear preguntas y no soluciones». Quizás por eso prefiere que los personajes «hablen en caliente, que sean vehementes y tengan profundidad». En este caso, le sirven al autor para indagar en los cambios que se han producido en las ciudades ante el fenómeno de la inmigración y la globalización. «Sus efectos han igualado a las grandes capitales; ocurren situaciones semejantes, se consume lo mismo, parece que la tecnología favorece la comunicación pero en realidad mucha gente vive en soledad», denuncia Galarza, que ahora se siente «más libre» para expresarse.

Tanto es así que ya tiene escritas las novelas que completarán a 'Paseador de perros' en lo que denomina su trilogía madrileña. Lo curioso -y posiblemente un aliciente- es que, cronológicamente, son anteriores. A pesar de «haber hecho las cosas un poco al revés», no se arrepiente. Se siente «muy afortunado» por la acogida de su estreno y anuncia que lo vivirá «al máximo», convencido de haber encontrado su estilo: el del periodismo y las técnicas de investigación del reportaje.

Porque, aunque estudió Derecho, Galarza nunca ejerció. Fue redactor y editor. Actualmente, colabora con las publicaciones 'Room' y 'Letras libres', y trabaja en una librería. Una ocupación de la que, una vez más, se sirve como inspiración. Será en la tercera entrega. Lo veremos en un año.