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Relevo generacional en el campeón de Europa
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FÚTBOL

Relevo generacional en el campeón de Europa

El juvenil torroxeño Baena, flamante bronce en el Europeo sub-17, apura su formación con el Barcelona

TEXTO: PEDRO LUIS ALONSO

Domingo, 28 de mayo 2006, 02:00

NO se sabe por qué, las canteras de los clubes tienden a especializarse en un formato de jugador. En Mareo hubo una época rica en centrales (Abelardo, Muñiz, Sergio, Pablo Amo y Marcelino,...) y en La Masía proliferan los centrocampistas con capacidad de organizar el juego. La sucesión es casi interminable: Milla, Guardiola, Xavi, Iniesta, Cesc,... En el juvenil de Liga Nacional se encuentra el malagueño José Raúl Baena, al que sin embargo los técnicos consultados vinculan más con un todoterreno como Amor. Más un jugador completo que un 'cerebro' puro, y sin que esto suponga un parón en la dinastía.

El relevo de Alexis en las categorías inferiores de la selección española no ha debutado con la camiseta roja de una forma discreta. Su reciente bronce en el Europeo sub-17 disputado en Luxemburgo así lo atestigua. Si uno apura los que pueden ser sus últimos días en el Málaga, pues tiene numerosos clubes interesados en contratarle y el club ansía hacer caja, el otro completa sin prisas su formación en las categorías inferiores del campeón de Europa. Un exponente del fútbol base de la ciudad y un torroxeño. Dos piezas polivalentes.

«Es un jugador muy polivalente, que maneja las dos piernas y con proyección ofensiva. En nuestro sistema de 4-3-3 juega de interior en cualquiera de los dos lados», le describe su actual entrenador Sergio Lobera. Baena dejó el Málaga con apenas 14 años, en categoría cadete y después de que su familia recibiese una buena oferta del Barcelona, que llevaba meses siguiendo a este jugador formado en el Faro de Torrox.

Sus tentáculos en el sur, a través del sevillano Mani, que le pudo ver en las filas de la selección malagueña, no tardaron en hacerse efectivos. Oferta suculenta a la familia, estudios y residencia gratuitos y disgusto consiguiente de su club, el Málaga. Una historia de sobra conocida.

De menos a más

Baena digiere el éxito de la selección con calma; su primera llamada para un torneo internacional oficial. «Ha sido una experiencia muy bonita. Me hubiera gustado ganar, y creo que teníamos equipo para ello, pero en semifinales no tuvimos un buen día y nos mandaron a la calle», afirma.

De menos a más

Baena fue de menos a más en la competición, que le ha permitido dar un salto inusitado en su madurez camino al profesionalismo en el fútbol. No jugó en el primer partido (un cómodo 7-1 a Luxemburgo), actuó sólo cinco minutos en el segundo (3-0 a Rusia) y disputó al completo el último, frente a Hungría (2-0), y la segunda parte de la cita clave, contra la República Checa. Para entonces su equipo jugaba en inferioridad numérica por la expulsión de su compañero de habitación, el defensa del Atlético de Madrid Rober. Incluso, en sus botas estuvo el hipotético gol de la igualada, antes de que el poderoso once checo lograse el segundo tanto. Su mejor recuerdo es el triunfo en los penaltis frente a Alemania (1-1) que les dio plaza en el podio, todo gracias al lucimiento del otro andaluz del equipo, Coca, en los penaltis.

La vida de Baena se resume en fútbol y estudios, y cada vez menos lazos con Málaga. El Barcelona juvenil de Liga Nacional no ha ganado el campeonato, pese a que ha contribuido con media docena de goles.

¿Llegará a jugar algún día en Primera? «Lo que sé es lo que pasa hoy», afirma con mucha sensatez sobre su futuro, justo cuando encara los años decisivos, pero también más difíciles en su progresión.

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