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ANTONIO ROCHE TEXTO: ANTONIO ROCHE
Jueves, 18 de mayo 2006, 02:00
Ocurrió en marzo de 1756 en la bahía malagueña, frente a la desembocadura del río Guadalmedina. Se desató «una horrorosa tormenta» que sorprendió a una fragata de la Armada española, según el relato que dejó escrito el padre Federico Gutiérrez en su conocida obra 'Semana Santa en Málaga'. Los tripulantes vieron la muerte cerca. La embarcación zozobró por el fuerte temporal y estuvo a punto de producirse el naufragio.
Los marineros estaban angustiados por la situación. Había una visibilidad casi nula y temían el más que probable encallamiento y choque contra las rocas próximas a la playa. Cuando parecía todo perdido avistaron entre la bruma la torre de una iglesia y una espadaña -eran las del convento de Santo Domingo-. Creyeron que allí habría una Virgen y se encomendaron a ella sin haberla visto nunca.
El temporal amainó y la fragata pudo entrar felizmente en el puerto de Málaga. Los marineros atribuyeron su salvación a la milagrosa intercesión de aquella misteriosa Virgen que no conocían. Con sus mandos decidieron acudir a aquella iglesia para agradecérselo personalmente y así llegaron a Santo Domingo. Allí, en la capilla de aquella torre, encontraron a esa Virgen, que no era otra que la Soledad, cuya cofradía era una de las más antiguas de la ciudad. Su advocación «la convierte en una institución modélica dentro de la rica trayectoria del catolicismo en Málaga», señala el historiador Elías de Mateo.
Misa de privilegio
Los marineros, agradecidos por la protección de esa imagen, pidieron al párroco celebrar una misa de acción de gracias, pero no fue posible porque era Sábado Santo y estaba prohibido por la Iglesia. No quisieron que aquello quedara en agua de borrajas y se movilizaron ante las altas instancias de la Armada. Así se solicitó al Vaticano por parte de la institución marinera y del entonces obispo de Málaga, José Franquis Lasso de Castilla, la misa de acción de gracias. Pasado un tiempo, el Papa Benedicto XIV concedió a la cofradía el título de 'Pontificia' y una bula por la cual, al mediodía del Sábado Santo de cada año, podía celebrarse una solemne misa de acción de gracias. Desde entonces la Armada española quedó para siempre vinculada a la Virgen de la Soledad, a la que nunca le falta marineros que le acompañen en su desfile. Y la Congregación de Mena sigue celebrando este acto taumatúrgico cada Sábado Santo con los marineros que participan en la procesión del Jueves Santo.
La Marina española tuvo a la Virgen del Rosario como primera Patrona. Luego, la devoción marinera se extendió a la Virgen del Carmen y, por el hecho reseñado, a la Soledad de Mena de Málaga. Se trata de la única Dolorosa de España vinculada a la Armada, y un cuadro con esta imagen se encuentra en cada buque de guerra español.
Acto en el puerto
Ni la cofradía ni la Armada han querido que esta historia, de la que ahora se cumple el 250.º aniversario, pase desapercibida. Hasta el momento han celebrado numerosos actividades conmemorativas, pero el acto central tendrá lugar en el puerto este sábado, acotecimiento para el cual Félix Revello de Toro ha realizado una pintura. La Virgen de la Soledad se trasladará al recinto portuario en su nuevo trono procesional portado por 270 hombres, que vestirán túnicas negras diseñadas para la ocasión. Los miembros de la junta de gobierno de Mena, que preside Cayetano Utrera Ravassa como hermano mayor, irán vestidos de chaqué.
En la confluencia de los muelles 2 y 3 estarán atracados la fragata 'Reina Sofía' y el buque anfibio 'Galicia perfectamente engalanados. Rendirán honores a la Virgen una sección de Infantería de Marina del Tercio Sur de la Armada y otra de Marinería. El almirante Ángel Tello impondrá a Nuestra Señora de la Soledad el fajín de almiranta de la Flota española, sellando simbólicamente esta estrecha vinculación.
Medalla de la ciudad
La corporación municipal también se ha querido sumar a la efeméride e impondrá la medalla de la ciudad a la Virgen de la Soledad, tras aprobarlo en el pleno. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado por los concejales, impondrá la alta distinción a la imagen el mismo sábado. Mena, con la colaboración de la Autoridad Portuaria, ha acotado una zona para que los malagueños puedan presenciar este histórico acto.
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