Francisco Rivera Ordóñez sale por la puerta grande en Torremolinos

La corrida de ayer en Torremolinos empezó con quince minutos de retraso a causa del público que aún había en taquilla y fuera de la plaza.

Hasta tres veces fue al caballo el primer toro, y pese al mucho castigo, tuvo movilidad en la muleta. Javier Conde mostró ciertas dudas a comienzo de faena, que fue a menos en el transcurso de la misma, pero sin que su labor tuviera trascendencia.

El segundo éxito de la corrida -el primero fue que se acabaron las entradas- tuvo por nombre el de Rivera Ordóñez, que toreó bien con el capote y cuajó un espectacular tercio de banderillas 'a lo Fandi' con un toro de enorme brío, al que luego cuajó una faena de muleta en la que se entregó totalmente. El toro era magnífico, pero Rivera en ningún momento se vio superado por la agobiante embestida del animal. Una faena emotiva sobre cualquier otra cosa.

El primer novillo de Cayetano se cayó repetidamente en los dos primeros tercios, lo que produjo el lógico enfado del público, que quedó de manifiesto en la faena de muleta pese a que Cayetano intentó meter en la canasta al toro y al público. Algunos muletazos sueltos, pero sin emotividad. La estocada fue magnífica.

La faena de Conde al cuatro estuvo llena de altibajos, porque era evidente que el toro no le gustaba. Pese a que el malagueño hizo un esfuerzo, en ningún momento logró conectar con el público. El quinto fue un toro desagradable cuyo principal defecto era el de revolverse en unos metros. Su embestida corta sólo dio margen a un arrimón de Rivera en el que puso de manifiesto su interés y sus ganas. No podía hacer otra cosa.

El sexto fue un novillo soso que embestía con la cara alta y recortaba mucho sus embestidas. En la labor de Cayetano hubo detalles sueltos y poco más.

En el sobrero, Conde intentó quitarse él y quitar al público el mal sabor de boca, pero resultó que el regalo fue precisamente eso, un 'regalito'. Bastante hizo con poder matarlo, porque era toro de tres avisos. En definitiva, que aunque la cosa empezó bien, terminó bastate mal.