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TEXTO: EUGENIO CABEZAS
Lunes, 27 de marzo 2006, 02:00
HA sido testigo de la historia de la capital en los últimos cinco siglos, pero ahora su futuro es incierto. El convento de San Andrés, situado en el Perchel y fundado en 1584 por la orden de los Carmelitas Descalzos, continúa abandonado y en estado ruinoso siete años después de que fuera incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz con la categoría de monumento.
Esa catalogación no ha impedido que en los últimos meses, unas obras que se realizan en los solares que rodean al viejo edificio hayan deteriorado aún más la ya de por sí desgastada estructura. Y es que el convento, a pesar de ese estatus que asegura su protección, es de titularidad privada desde el siglo XIX, cuando con la expulsión de la orden los Carmelitas Descalzos, el inmueble se subastó dentro del proceso desamortizador.
Los vecinos del inmueble colindante de la calle Eslava saben bien lo que es convivir con un convento cuya superficie supera los 2.600 metros cuadrados y del que apenas quedan en pie los muros y algunos techos. «Hace unos años se llevaron las tejas y derribaron las vigas», recuerda Pepita Jiménez, que vive en la tercera planta del bloque. Desde su ventana, esta jubilada está ya acostumbrada a contemplar las bandadas de palomas que en las dos últimas décadas han sido las únicas habitantes del inmueble.
Insigne morador
Desde su privatización, el convento de San Andrés, además de sufrir incendios y saqueos, ha sido ocupado por talleres mecánicos, bodegas y hasta como almacén de congelados. Eso sí, el más insigne morador de este enclave fue el general liberal José María Torrijos, quien pasó sus últimas horas en el refectorio del convento, junto a los otros 48 militares que en diciembre de 1831 pagaron con sus vidas el intento de levantamiento contra el rey absolutista Fernando VII.
Más de 170 años después, la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831 se ha postulado como firme defensora de la restauración del convento. De hecho, hace varias semanas denunciaron ante la Junta de Andalucía lo que ellos consideraban el derribo de una parte importante del inmueble. «Más del 50 por ciento del refectorio ha desaparecido recientemente por la acción imprudente de unas máquinas excavadoras», señalan fuentes del colectivo, que añaden que están a la espera de que la Junta tome medidas para proteger el edificio.
Por su parte, la delegación Provincial de Cultura destacó que en las últimas semanas han remitido a la inmobiliaria Grupo Lar -que promueve la construcción de sendos edificios en el solar anexo- una carta en la que le conminaba a proteger los espacios más delicados del inmueble, en especial el refectorio. Además, en su escrito, Cultura le pide que evite el deterioro del convento «para conservarlo en el estado más óptimo posible».
Pese a las acciones de este grupo promotor -que han consistido en el apuntalamiento de lo que queda del refectorio-, vecinos como Antonio Espejo no están satisfechos con cómo se está tratando a este monumento, «testigo de la historia de nuestro barrio». Desde hace una década, Espejo -que fue promotor de la asociación de jubilados de El Perchel- lucha por la recuperación del inmueble. «Es una pena que no se habilite para el aprovechamiento de todos», se lamenta, al tiempo que recuerda las iniciativas que hace más de cinco años se propusieron para crear en el convento un Centro Permanente de Artesanía, bibliotecas y un lugar de estudio de la figura del general Torrijos.
El ya desaparecido Centro de Desarrollo Estratégico del Perchel (CEDEP) -artífice de que el convento fuera incluido en el Catálogo de Patrimonio de la Junta- trabajó durante años porque el edificio no fuera demolido y se rehabilitara para albergar en él dependencias de uso cultural y ciudadano para el vecindario.
Propuesta a Urbanismo
Cinco años después de estas propuestas, el convento sigue abandonado. En la misma zona, Urbanismo aprobó en enero de 2003 un plan para trasladar el mercado del Carmen junto a la iglesia del mismo nombre, lo que permitirá conectar la calle La Serna con Callejones de El Perchel.
Dentro de esta actuación se planteó también la recuperación de parte de las fachadas del convento y del refectorio para usos diversos. Según Urbanismo, las obras de traslado del mercado «se están realizando actualmente», mientras que en cuanto al convento, «el titular del edificio no completó la solicitud de rehabilitación», señalaron.
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