IX FESTIVAL DE MÁLAGA 2006: «Gracias al filme pude arreglar mi chabola»

Nunca había salido de su pueblo natal en Guatemala y, por supuesto, jamás había viajado en avión. Marina Palencia vive, a sus 66 años, «los días más felices» de su vida. Tras participar en el rodaje de 'Estrellas de La Línea' -presentada ayer en la sección oficial del IX Festival de Málaga-Cine Español- confiesa que tuvo una juventud «descarriada». «Hace veinte años que dejé la prostitución», añade. Ejerciendo esta profesión, Palencia perdió un ojo tras la paliza de un cliente. Después, su marido le compró uno de cristal, «que perdí en una borrachera», desvela.

En su juventud ejerció la prostitución. ¿A qué se dedica ahora?

Vendo preservativos a las chicas de La Línea. Además, hago algunos mandados para ellas. Mi pasado fue como el de ellas. Hace veinte años que me retiré. Fue mi marido quien me sacó. Ahora las ayudo aconsejándolas.

¿Cómo recuerda el rodaje?

Con mucha alegría. Me siento gozosa de verme en la pantalla a mis años. Después de terminar, Chema vino y nos puso la película para que la viéramos.

En la película se ven los efectos del huracán Mitch en Guatemala, ¿cómo lo vivió?

Perdí mi cobacha (chabola) y todas mis pertenencias. Pasamos años muy difíciles. Gracias a la película he podido arreglar mi casa. Ahora ya no nos mojamos. Además, 'Chemita' me ha dicho que si todo va bien me comprarán un frigorífico para que mi marido pueda vender helados.

Parece que su marido ha sido muy importante en su vida....

Fue quien me sacó de la prostitución, y a él se lo debo todo porque desde hace más de veinte años me cuida mucho.

¿Cómo se encuentra en Málaga?

Muy feliz. Es la primera vez que viajo en avión. Estoy viviendo los días más felices de mi vida, olvidando las penas del pasado.

¿Qué le han dicho antes de viajar sus compañeras prostitutas?

Están muy orgullosas y algunas van a venir cuando se estrene. Me quieren mucho. «Dichosa Marina», me dicen. Soy como una madre para ellas.

¿Qué consejos da a las jóvenes que empiezan a prostituirse?

Les digo que no es buena vida. Es muy peligroso porque pueden perder su vida a manos de algún cliente. Les digo que busquen algún trabajo, que estudien y que tengan hijos para tener un hogar.

En la película se anima a cantar en varias ocasiones...

(Ríe) Es algo que me viene de herencia, porque mis padres cantaban profesionalmente. Me gusta animar a la gente con mi voz.