Algeciras Balonmano logra un punto de oro frente al Ademar León (31-31)

Después de cincuenta y dos días de abstinencia, había hambre de balonmano entre los aficionados, que casi volvieron a llenar el Ciudad de Algeciras.

La verdad es que mereció la pena la espera, pues el espectáculo que ofrecieron Algeciras Balonmano y Ademar León fue de los que enganchan.

Tardaron los locales en meterse en el partido, lo que aprovechó la gente de Manolo Cadenas para ponerse por delante en el marcador (2-4), a pesar de los esfuerzos de un Stian Vatne realmente motivado, al enfrentarse a su ex equipo.

Poco a poco, los rojiblancos fueron encontrando el sitio y consiguieron igualar el marcador, a cinco, cuando ya se habías disputados nueve minutos del choque, gracias a una excelente defensa que impidió que los leoneses realizaran acciones cómodas.

El Ademar León tenía que demostrar en Algeciras que sigue siendo uno de los equipos de arriba y se puso las pilas, metiendo otra vez el miedo en las gradas, cuando a pesar de sendos goles de Vatne y Costa se llegó al ecuador de este primer periodo con dos abajo para los locales (7-9). Diferencia que se mantuvo hasta que Hugo Figueira relevó a Armad Torrego en la cancha (que olvidadiza es muchas vece la gente), paró un penalti y metió a su equipo en la buena senda.

Avalancha

Los últimos diez minutos de la primera mitad tan sólo existió un equipo sobre el parquet del Ciudad de Algeciras; fueron los de Fran Ávila, que desbordaron a su rivales en todas y cada una de las manifestaciones del juego, consiguiendo un parcial de 4/0, a pesar de estar en inferioridad numérica por la expulsión de Sergei Pogorelov.

La situación llegó al climax en los últimos instantes, cuando los algecireños consiguieron cuatro de ventaja (17-13), con los que se fueron al descanso.

Hasta el final

Cuatro goles de ventaja pueden ser una buena renta frente a otros equipos, pero no ante el Ademar que imprime un ritmo endiablado durante todo el partido.

Así lo demostró de salida con un parcial de 2/0 que volvió a darle esperanza, aunque Pogorelov y Jorge García Vega se encargaron de mantener la diferencia en el marcador.

Ademar León tenía que vender cara la derrota y volvió a aplicarse consiguiendo un 2-6 de parcial que pareció, en principio, que iban a ser definitivo.

Nada más lejos de la realidad, puesto que Algeciras Balonmano se sobrepuso a esta circunstancia y poco a poco fue acortando distancias, hasta volver a la igualdad en el electrónico (22-22) a los diez minutos de la reanudación y (25-25) a los quince.

A partir de ahí, el choque se volvió loco, los dos equipos imprimieron un ritmo y una intensidad propias de la mejor liga del mundo, lo que agradeció el público que vibró de lo lindo.

Algunos errores en ataque, y otras acertadas acciones del portero Jorge Martínez, hicieron que el choque entrara en los últimos cinco minutos con tan sólo dos goles de diferencia favorable a los visitantes (28-39).

Ahí empezó el Algeciras a jugar con ocho, los aficionados se volcaron con los suyos, llevándolos en volandas y haciendo que cada una de las acciones se transformaran en una auténtica odisea.

Eso hizo que los albirrojos lograran el empate a 29, a falta tan sólo de tres minutos para la finalización y que nadie se moviera de su asiento.

En este corto periodo de tiempo las jugadas se fueron haciendo cada vez más larga. Con 30-31 y a dos minutos para el final, los árbitros decretaron un siete metros que Jorge Vega desperdició al detenerlo Jorge Martínez, lo que obligó a Fran Ávila a pedir tiempo muerto.

Los dos últimos minutos se jugaron de cara a la portería algecireña, entre otras cosas porque los árbitros se mostraron muy meticulosos en alguna que otra jugada.

A falta de treinta segundo, Bermejo puso el empate a 31 en el marcador, pero un siete metros a en la última jugada pudo dar la victoria a los leoneses pero Walby lo mandó fuera.

A cuatro segundos para la finalización una decisión arbitral puso a la gente de los nervios, si bien al final la cosa no pasó a mayores.