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JUAN CANO
Viernes, 20 de enero 2006, 01:00
Sus cadáveres se hallaron en extrañas circunstancias en la cocina de su casa, en Coín. Ayer, la autopsia confirmaba que los dos británicos fallecieron como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono. Una mala combustión de un calentador de butano parece estar detrás de las muertes, según apuntaron fuentes próximas a la investigación.
El examen forense de los cadáveres de A.J. y C.H., de entre 40 y 50 años, ha permitido determinar la existencia de una muerte de «etiología accidental» por la intoxicación de gases, lo que viene a ratificar la principal hipótesis que venían manejando los investigadores de la Guardia Civil desde el hallazgo de los cuerpos.
Los especialistas no han encontrado signos externos de violencia. La sangre que había en el lugar de los hechos es circunstancial, según las fuentes consultadas, puesto que proviene de unas heridas que no tienen relación con la causa de los fallecimientos.
En la cocina
Los cadáveres de los británicos fueron hallados en la cocina de la vivienda, donde se encuentra el calentador. Aunque el aparato disponía de una salida de gases hacia el exterior, la conducción debía de estar obstruida por el hollín, ya que el monóxido de carbono que se desprendió por la mala combustión del termo se acumuló en la habitación.
Todo parece indicar que una de las víctimas perdió el conocimiento y cayó fulminada como consecuencia de la inhalación de gas. Al verla tirada en el suelo, el otro le colocó un cojín debajo de la cabeza e intentó reanimarla sin éxito. Resultó igualmente intoxicado y pereció.
En la inspección de la vivienda, los agentes encontraron muertos a tres de los seis perros que tenían como mascotas, lo que reforzó la hipótesis de la inhalación de gases.
El hallazgo de los cadáveres se produjo la noche del miércoles, horas después de que la Policía Local de Coín desplegase un dispositivo de búsqueda en el paraje de Valdeperales para localizar su vivienda. Sus familiares no habían logrado contactar con ellos desde el domingo. Estaban preocupados porque la pareja iba a usar un producto tóxico para limpiar la casa y temían que les hubiese pasado algo.
Los agentes encontraron el cortijo gracias al croquis que le envió por correo electrónico el hermano de una de las víctimas. La puerta estaba encajada y la luz, encendida.
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