Por qué la Sierra de las Nieves será Parque Nacional
La Tribuna ·
La declaración de un Parque Nacional en un territorio de tan reconocidos valores naturales es la mejor garantía de éxito en el empeño común de conservarlos con la mayor eficacia posible
Rafael Ángel Haro Ramos
Lunes, 4 de junio 2018, 00:29
El pasado mes de febrero fue aprobada inicialmente la propuesta de declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional, por parte del Consejo de Ministros del Gobierno de España y el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. De esa manera dio comienzo formalmente la tramitación de una ley de las Cortes Generales que alumbrará el décimosexto Parque Nacional de nuestro país y el tercero de Andalucía.
La propuesta de Sierra de las Nieves se apoya principalmente en la presencia de dos sistemas naturales establecidos por la Ley de Parques Nacionales, todavía no suficientemente representados en la Red Española de Parques Nacionales: los 'Abetales y pinsapares', en el que aún faltan los bosques de pinsapo; y el sistema 'Formas de relieve y elementos geológicos singulares del macizo ibérico y las cordilleras Alpinas', que se completaría con los afloramientos de rocas peridotitas. En este sentido, Sierra de las Nieves aportará el 60% de las masas de pinsapar que existen, así como 9.000 hectáreas de sierras peridotíticas, una importante porción de uno de los mayores afloramientos de este tipo de rocas a nivel mundial. Por otro lado, la Sierra de las Nieves goza de las características de naturalidad y ausencia de actividades humanas agresivas con el medio natural que exige la Ley de Parques Nacionales, así como una superficie que ronda las 23.000 hectáreas, superior al mínimo establecido de 20.000, y que es continua, no fragmentada y sin estrangulamientos territoriales, lo que garantiza el funcionamiento de sus procesos naturales.
Sin embargo, a poco que se profundice en el conocimiento de la Sierra de las Nieves, se pueden apreciar numerosos elementos de gran valor natural y elevada singularidad que la convierten en un territorio excepcional, lo que refuerza aún más su candidatura para formar parte del selecto club de lo mejor de la naturaleza española. Concretamente, un resumen de los principales valores naturales con que cuenta el futuro Parque Nacional de la Sierra de las Nieves puede ser el siguiente:
1. Una flora excepcional, entre las más diversas del continente europeo, con más de 1.500 tipos diferentes de plantas, que convierten al territorio en un punto caliente en lo que se refiere a diversidad vegetal. Además, la Sierra de las Nieves constituye un auténtico refugio de especies amenazadas, entre las que se encuentra el emblemático pinsapo, pero también la belladona bética o tabaco gordo, ambas catalogadas 'En Peligro de Extinción'. En total son 15 especies de plantas amenazadas, algunas de las cuales poseen sus principales poblaciones en este entorno. Otro aspecto de interés es el número de plantas endémicas, es decir de área de distribución muy reducida, donde destacan especies propias de la alta montaña y las propias de los raros sustratos peridotíticos; se han registrado hasta 15 endemismos serpentinícolas, que forman parte de unos ecosistemas de gran singularidad a nivel español.
2. El mayor sistema endokárstico de la mitad sur de la península Ibérica, consistente en una extensa red de simas y cuevas excavadas por el agua en la roca caliza. A la famosa sima GESM, con sus 1.101 metros de profundidad, hay que añadir las simas Prestá, del Nevero y del Aire, que alcanzan cada una de ellas más de 700 metros de profundidad. El subsuelo del macizo calizo de la Sierra de las Nieves es como un gran queso massdam holandés.
3. Algunos de los ríos mejor conservados del sur de la península Ibérica, como el Guadaiza, en Benahavís, o el Verde, en Istán y Tolox. Esos cursos fluviales, que nacen en la Sierra de las Nieves, buscan rápidamente el mar de Alborán, cruzando la mitad sur del futuro Parque Nacional. En sus aguas se encuentra la nutria, todas las libélulas amenazadas de Andalucía y varios peces amenazados o endémicos. Por último, el amenazadísimo cangrejo de río autóctono posee en algunos ríos de la Sierra de las Nieves uno de sus últimos reductos en Andalucía.
4. Una geodiversidad única, al concentrarse en un territorio no muy extenso los más diversos tipos de rocas: sedimentarias, como las calizas y dolomías, metamórficas, como las pizarras y gneises, o magmáticas, como las peridotitas. Además, es el contacto de las denominadas zonas internas y externas de la cordillera Bética, existiendo múltiples fenómenos geológicos y geomorfológicos. Según el Inventario Andaluz de Georrecursos, en el futuro Parque Nacional se han catalogado 6 georrecursos, que destacan por su interés como fenómenos o elementos geológicos.
5. Una fauna muy variada y representativa de las montañas y bosques mediterráneos, destacando su importante comunidad de aves rapaces, con el águila perdicera, catalogada 'Vulnerable a la extinción', águila real, halcón peregrino, águila calzada, águila culebrera, azor, gavilán y buitre leonado. Por otra parte, 16 de las 31 especies de murciélagos que existen en la península Ibérica se encuentran en el futuro Parque Nacional, entre las cuales se cuentan 7 especies amenazadas, como el nóctulo grande, la especie de mayor tamaño en Europa, o el murciélago ratonero mediano, que cuenta aquí con su principal refugio en la península Ibérica. Con respecto a los insectos, el grupo de las mariposas es uno de los mejor conocidos, y según los últimos estudios realizados por expertos naturalistas, la Sierra de las Nieves acoge una importante comunidad de mariposas, con un mínimo de 82 especies diurnas y 238 nocturnas.
Por tanto, la declaración de un Parque Nacional en un territorio de tan reconocidos valores naturales es la mejor garantía de éxito en el empeño común de conservarlos con la mayor eficacia posible. Si, además, ello supone un estímulo al desarrollo sostenible de su entorno socio-económico, estamos verdaderamente de enhorabuena.
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