Todo un lujo
El doctor Juan Manuel Pascual, que trabaja como médico y científico en la Universidad de Texas, cautiva con su discurso como miembro de honor de la Academia de Ciencias de Málaga
pedro luis gómez
Domingo, 24 de julio 2016, 10:46
Secciones
Servicios
Destacamos
pedro luis gómez
Domingo, 24 de julio 2016, 10:46
Dentro del elenco de malagueños ilustres que viven fuera de nuestras fronteras y que ayudan a pasear el nombre de la tierra que los vio nacer por esos mundos de Dios, ocupa un lugar muy destacado el médico, profesor e investigador de la Universidad de Texas Juan Manuel Pascual, que en estos días ha pasado sus vacaciones anuales en Málaga, aprovechándolos magníficamente, ya que sacó partido de su presencia para tomar posesión en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de la capital malacitana como quinto académico de honor de la Academia Malagueña de Ciencias. El acto solemne estuvo presidido por el alcalde, Francisco de la Torre, el presidente de la Academia, Fernando Orellana Ramos, y fue clausurado por Benito Valdés Castrillón, presidente del Instituto de Academias de Andalucía. La laudatio del doctor Pascual fue pronunciada por José Becerra Ratia, vicepresidente segundo de la Academia y catedrático de Biología Celular, quien expuso las raíces malagueñas del nuevo académico de honor, al que conoció y asesoró desde que era un joven adolescente que manifestaba sus primeras inquietudes científicas cuando comenzaba a estudiar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga. Durante su intervención, José Becerra resaltó igualmente el proceso formativo y los logros más recientes de Juan Manuel Pascual, que incluyen numerosas publicaciones científicas en libros y revistas profesionales del mayor prestigio, así como la reciente edición, junto al profesor Roger Rosenberg, del tratado Rosenbergs Molecular and Genetic Basis of Neurological and Psychiatric Disease, que es la gran obra de referencia en genética de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, y de su última obra propia, ahora en imprenta, titulada Progressive Brain Disorders in Children, que será publicada por Cambridge University Press y que inaugurara un nuevo campo de la medicina como son las enfermedades degenerativas del sistema nervioso en la infancia, dotándolas de una sólida base científica y médica.
Lleva una buena racha el pintor malagueño Antonio Montiel, que además de asistir hace unos días a la inauguración del Pasaje que lleva ya su nombre en Estepona, en la escalera de subida a la popular plaza del Reloj de aquella localidad, ha sido el artista que ha realizado el cartel anunciador para la Feria de Agosto para la Asociación Amigos de La Espiga, que cumple en esta edición su 40 aniversario. El cuadro es una pintura pastel sobre papel canson donde el artista plasma el rostro de la malagueña que fuera Miss Universo Amparo Muñoz, desgraciadamente ya fallecida. Según dijo Montiel «me hacía mucha ilusión pintar a la malagueña, nunca había tenido ocasión de hacerlo y era algo que me entusiasmaba desde el día que la conocí». El cuadro fue presentado en el Salón de los Espejos por el locutor de la Cope Francisco Javier Jurado, Coco, y contó con la intervención de Isabel Fayós. La Espiga, fue fundada en el 1976 por un grupo de amigos, es hoy día la caseta familiar más antigua de nuestra feria. Fue en 1981 cuando se tomó la decisión de reconocer la labor social o profesional realizada por malagueños o entidades locales que proyectan nuestra ciudad a nivel nacional, e incluso internacional, para lo que se creó el galardón Espiga de Oro, distinción que se entregó anoche a Antonio Banderas (la recogió su hermano Chico) en una cena cuya recaudación se donó a la Fundación de Lágrimas y Favores, que él preside.
Pero lo que el público esperaba impaciente era la intervención del doctor Pascual, que aparte sus dotes médicas y científicas, es un hombre con una capacidad de comunicación de nivel, como demostró que su discurso lo improvisó, sin consultar ni una sola nota, ni un apunte, ante la admiración de un auditorio que abarrotaba el salón municipal, con muchos de los asistentes de pie pese al calor de casi 40 grados de ese día. La disertación de Juan Manuel Pascual, titulada Desde los átomos hasta el ser humano: aventuras en ciencia y en medicina se dividió en dos partes, en las que expuso los principios que han regido su vida profesional, seguidos de un ameno recorrido por varios experimentos y descubrimientos clave de su carrera científica. Entre los principios rectores, destacaron el de que cuanto más pequeño o fundamental es un proceso biológico, mayor es el impacto que ejerce en el organismo, que para descubrir en qué se equivocan diversas teorías científicas no hay que tomar partido por ninguna de ellas en función de lo que las diferencia, sino atacar a lo que las une, que «cuanto más intensa es la luz que se proyecta sobre un objeto, más alargadas son las sombras que se producen» (Ludwig Wittgenstein), con frases tan geniales como la que dijo de que «la suerte visita los laboratorios científicos pero siempre lo hace fuera del horario de laborable», o «que reorganizar el conocimiento ya logrado o buscar lo seguro no soluciona ningún problema científico» y que «dices la palabra mágica y el mundo se pone a cantar» ( Joseph von Eichendorff)... Fue un lujo de discurso que el propio alcalde de Málaga elogió en las redes sociales: «Acabo de escuchar la intervención del doctor Pascual en el Ayuntamiento. Un lujo de malagueño y un lujo para Málaga». Sería bueno que ese discurso, que imagino se grabó, se ponga al alcance de los malagueños, ya que no existe físicamente en ningún soporte, ni en papel ni en ordenador... Juan Manuel Pascual, largamente ovacionado, vivió una grata jornada junto a su mujer, su hija y su madre, así como de otros familiares. Cerró el acto académico el coro Scala Coeli, dirigido por Alejandro Matas Aguilera y que interpreto el Gaudeamos Igitur, un Zorongo o canción popular andaluza con letra de Federico García Lorca y The Road Home. Pues eso, un lujo.
La Infanta y el Emir
La Infanta Doña Elena estuvo en Málaga con la Fundación Mapfre para asistir en el Real Club Mediterráneo al programa de acciones para evitar ahogamientos en las playas. Simpática pero poco habladora, sin embargo la Infanta, que iba tocada con un sombrero que no se quitó en ningún momento, tuvo palabras de admiración para el Muelle 1 y para el Palmeral de las Sorpresas, ya que tras estar en el citado club y visitar la orilla de la playa donde asistió a los cursos prácticos que se realizaban, eligió para comer el restaurante marisquería Godoy, lo que denota sin duda su buen gusto. Allí fue atendida por el empresario paleño, que por supuesto estaba feliz con tan distinguida visita. La hermana del Rey degustó unas entradas a base de coquinas y conchas finas y una zarzuela de mariscos. Pocos días después, el pasado martes, Godoy recibió una visita inesperada, la del Emir de Qatar, el joven jeque Tamim ben Hamad Al Thani (¿les suena el apellido...), que acudió con un séquito de 30 personas y comieron calamares fritos, coquinas, boquerones de Málaga, lubina y arroz, aunque sin vino, claro está. Lo que no quiere decir el propietario del restaurante y a la vez presidente de El Palo es si ofreció al emir entrar en su directiva o que le comprara el equipo, ni tampoco qué propia dejó, porque según afirma «se fue encantado de la vida. Y es que de verdad que no sabemos lo que tenemos, porque estamos acostumbrados a vivir en este lujo de ciudad, que apasiona a los de fuera», señaló Juan Godoy, que desde luego estaba más feliz que nunca, porque el verano está siendo no bueno, sino mejor...
Yasí de felices, sabiendo que al Emir de Qatar y a la Infanta le han gustado los boquerones fritos, nos despedimos de esta semana con el ferviente deseo de que sean felices, disfruten de Málaga y servidor que lo vea.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.