Matan a tiros a un hombre tras la comunión de su hijo en San Pedro Alcántara

Los hechos tuvieron lugar sobre las 13.50 horas en las inmediaciones de la iglesia parroquial Virgen del Rocío, donde se estaban celebrando comuniones, entre ellas la del hijo de la víctima, un hombre de 36 años y nacionalidad española.

Minutos antes de las dos de la tarde el Servicio de Emergencias 112 Andalucía recibía varias llamadas en las que se alertaba de que en la calle Toledo, situada junto al templo, habían disparado a un hombre dentro de un coche. Así, inmediatamente se activó a efectivos sanitarios y funcionarios de la Policía Nacional y Local, que se desplazaron hasta el lugar de los hechos.

El suceso generó una importante alarma en la zona. De hecho, incluso desde el interior de la iglesia se llegaron a escuchar los disparos, según indicaron varias de las personas que se encontraban allí.

En cuestión de minutos se realizó un importante despliegue. Siempre según las fuentes consultadas, el herido fue trasladado inmediatamente hasta el Hospital Costa de Sol donde finalmente falleció, al presentar lesiones que no eran compatibles con la vida.

Según las primeras pesquisas, la víctima, junto a su mujer y algunas amistades, salía de la iglesia donde acababa de hacer la primera comunión su hijo. Cuando se dirigía a su vehículo, aparcado en la calle Toledo, un hombre cubierto con un casco de moto se le acercó y le disparó varias veces, huyendo a continuación del lugar.

Así es como consideran los agentes de la Policía Nacional que ocurrieron los hechos según los indicios recabados. Son los primeros pasos de la investigación abierta para esclarecer el suceso, que podría estar vinculado con otros hechos registrados en los últimos meses en la Costa del Sol.

Según explicaron las fuentes consultadas por este periódico, el fallecido era propietario de un gimnasio ubicado en San Pedro Alcántara y de un club de playa en Estepona. Ambos salieron ardiendo recientemente.

El último de los incendios se registró en el club de playa, ubicado en la zona de Guadalmansa. A principios del pasado mes de abril, unos encapuchados irrumpieron en el establecimiento, maniataron a uno de los vigilantes y prendieron fuego al local, que acabó completamente calcinado. Antes de emprender la huida, sacaron al empleado de seguridad y lo dejaron en las inmediaciones, por lo que no resultó afectado por el incendio, pero sí por los golpes que le propinaron los delincuentes.